El Racing no se atreve a ganar al Sevilla
El Sevilla pagó ayer todos los excesos -esfuerzo físico, concentración y euforia posproeza- del partido en el que el jueves derrotó al Panathinaikos para pasar así a los octavos de final de la Copa de la UEFA. El Racing también pagó deudas. La principal, la de la inseguridad, la de la falta de confianza que le ha empequeñecido respecto al curso pasado. No se atrevió a ganar y lo que casi logró fue perder. Desperdiciaron los racinguistas hasta siete oportunidades claras, aparte de los goles, e incluso sobrevivieron a la actitud zascandil de Aganzo, que puso en efervescencia al público - a un pelín ya de empezar a silbar a los suyos- y enervaron al árbitro. Ambas cosas, negativas para el Racing, que las pagó.
SEVILLA 2 - RACING 2
Sevilla: Esteban; Daniel Alves, Javi Navarro, Aitor Ocio, David; Jesuli (Redondo, m. 46), Renato, Casquero, Adriano (Darío Silva, m. 64); Baptista y Makukula (Antoñito, m. 58).
Racing: Aouate; Regragui, Pablo Casar, Moratón, Juanma, Regueiro; Anderson (Arizmendi, m. 81); Morán (Jonathan, m. 85), Javi Guerrero, Benayoun; y Aganzo (Torrado, m. 72).
Goles: 1-0. M. 14. Baptista, a pase de Adriano. 1-1. M. 41. Aganzo, tras un saque de córner. 2-1. M. 78. Darío Silva, tras un fallo defensivo. 2-2. M. 84. Regueiro, también tras un saque de córner.
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Pablo Casar, Torrado y Darío Silva.
25.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán.
Nando Yosu ha devuelto al Racing algo de señorío. Se mantiene el sistema de los tres centrales y los carrileros de largo recorrido con un peligrosísimo Regueiro, que se relamía de gusto con las carreras anárquicas de Alves: tanto talento individual como desobediencia táctica. Entre el uruguayo y Benayoun, el Racing llegó al área con facilidad y elegancia pasmosa.
En el minuto 14 Javi Guerrero tiró alto desde muy cerquita de Esteban; en el 17, tras el robo de un saque de córner sevillista, el citado Guerrero no vio la internada de Aganzo, que venía solo; en el 31, Aganzo tampoco acertó tras una jugada de Benayoun, y en el 39 Esteban paró el disparo raso de Aganzo. La primera parte fue racinguista.
El Sevilla no funcionaba. La calidad de Renato es indudable, pero mezcla mal. Cuando juega con Casquero - ambos son el mismo jugador-, se sacan mutuamente de sitio. Baptista está fundido. El cuerpo se le viene abajo. Aun así, marcó el primer gol. Un fallo de cobertura de Juanma a Alves, permitió que éste pasara a Adriano, que centró para que Baptista la empujara a la red. Cerca del descanso, Aganzó empató tras un córner. Remató demasiado solo como para que Caparrós no se comiera al menos a un defensor en el vestuario.
En la segunda mitad bajó la intensidad porque los de Yosu no salieron de la cueva. Incomprensible. El Sevilla estaba agotado y jugando mal. Aun así, Darío Silva aprovechó otro fallo defensivo y marcó. Regueiro empató y Yosu se dio cuenta de que pecó de amarrategui. Algo que casi siempre sale mal.
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