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Reportaje:

La lluvia respetó la 'romeria de les canyes'

Miles de castellonenses participan en la tradicional marcha hasta la ermita, acto central de las fiestas de la Magdalena

María Fabra

En Castellón, nadie se quejó ayer del error en la mayoría de la predicciones meteorológicas, que anunciaban borrasca. El tiempo respetó a los romeros que cumplieron con la tradición de, el tercer domingo de Cuaresma, cubrir el trayecto que separa el Castell Vell, morada de los antiguos castellonenses, hasta La Plana. La romeria de les canyes fue a buen ritmo, aunque, en esta edición, la comitiva oficial se tomó con más tranquilidad su marcha. El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, realizó, por primera vez, el recorrido completo y señaló que la de ayer era una jornada "no sólo para pensar en el pasado, sino para pensar también en el presente y en el futuro". "El orgullo legítimo de ser el pueblo que somos y la responsabilidad de seguir haciendo de nuestro pueblo un gran pueblo", añadió. El jefe del Ejecutivo Valenciano recordó además la labor de "nuestros antepasados que decidieron bajar a La Plana y hacer de ella un espacio de tanta prosperidad como tenemos aquí en estos momentos en Castellón".

Junto con el alcalde, Alberto Fabra, el vicepresidente del Consell, Víctor Campos y el consejero de Sanidad, Vicente Rambla, entre otros, la comitiva estuvo siempre rodeada por los miles de romeros -más de 100.000, según fuentes oficiales- alentados por la posibilidad de que el cielo comenzara a amenazar lluvia, que llegaron a la ermita de la Magdalena.

La seguridad funcionó sin ningún problema ni incidente destacable en los cortes de carretera que vigiló la Guardia Civil, y el orden que dispusieron el más de medio centenar de policías locales.

Durante la noche del sábado, tras el pregón anunciador de las fiestas, se celebró la tradicional cena a la que acuden representantes de distintos municipios de la provincia de Castellón. Durante el acto, Francisco Camps tuvo un recuerdo especial para los fallecidos en el albergue de La Todolella, "que es una manera también de solidaridad con todas sus familias y con todos los pueblos que vivieron hace unos días unos momentos de dolor y de conmoción".

Una mujer que participó con su perro en la tradicional marcha contemplaba ayer el paso de los <b>romeros.</b>
Una mujer que participó con su perro en la tradicional marcha contemplaba ayer el paso de los romeros.ÁNGEL SÁNCHEZ
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