"En política lo más importante es decidir dónde se pone el dinero"
Alicia Moreno Espert (Barcelona, 1957) llegó en mayo de 2003 a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Madrid. Ella la transformó en el Área de Gobierno de las Artes.
Hasta ahora nunca había concedido una entrevista, cosa de la que confiesa estar arrepentida, pero aclara que antes quería aterrizar y dominar la situación. Tiene la valentía de decir que aún no ha aterrizado y que no domina la situación: "Tardé bastante en hacerme una idea de cuáles eran los problemas y de la magnitud... Hubiera sido más fácil hablar el primer día de los proyectos que tenemos, en lugar de estar permanentemente encerrada con mi equipo".
Reconoce que se siente mejor que al principio en su puesto de trabajo: "Me ha costado porque las administraciones son muy diferentes", dice Moreno, quien ya dependió del Ministerio de Cultura y de la Comunidad de Madrid. Fue gerente del Centro Dramático Nacional en la etapa de Ramón Tamayo (su primer maestro), José Luis Gómez y Nuria Espert (su madre), y posteriormente, en la etapa de Lluís Pasqual, y trabajó en la administración del Festival de Almagro, del teatro de la Zarzuela y de la Sala Olimpia. En la Comunidad de Madrid fue directora del Festival de Otoño (de 1997 a 1999) y consejera de Cultura (de 1999 a 2003).
"La mayoría de las instituciones estaban en condiciones casi de abandono por falta de medios y otras razones"
"Lo que echaba de menos al llegar a la concejalía era un suelo debajo de los pies, en cuanto a dotación presupuestaria e infraestructuras"
"Al llegar a la concejalía, lo que más echaba de menos era un suelo debajo de los pies, en cuanto a gestión, infraestructuras, dotación presupuestaria... El primer paso era crear una concejalía exclusivamente de las Artes, porque siempre vimos la absoluta necesidad de hacer un zoom en los temas culturales y concentrar todas nuestras energías en eso", dice esta mujer, que por encima de todo tiene una cosa clara: "Lo más importante en política es decidir dónde se pone el dinero".
Antes de que se celebraran las elecciones municipales que ganó Alberto Ruiz-Gallardón en mayo de 2003, Moreno afirmó que la gestión cultural del Ayuntamiento era "notoria y manifiestamente mejorable". Ahora, desde dentro, lo corrobora, pero le tranquiliza saber que el proyecto de Ruiz-Gallardón incluye la reforma de la institución del Consistorio: "Eso no es algo de un año para otro, me temo que tampoco de un mandato para otro; los plazos de la administración no tienen mucho que ver con los de la vida real", matiza.
En cualquier caso, afirma tener un proyecto cultural de aquí a 2007 que aspira a crear las infraestructuras necesarias para llevar a cabo el proyecto que desarrollaron en el programa electoral: "Hay cosas que se ven mucho, como los espectáculos, las exposiciones o los conciertos, pero hay un trabajo de puertas para adentro que consiste en poner las instituciones que hay, que son muchas e importantísimas, a cero, dotarlas con unos mínimos, ya que la mayoría estaban en condiciones casi de abandono por falta de medios y otras razones".
Cuando se le pregunta qué logros querría ver en 2007 dice sin dudarlo: "Tener nuestras bibliotecas, algunas extraordinarias, dotadas de personal y no tener que abrirlas con una o dos personas con horas extraordinarias, como nos está pasando ahora".
Sabe perfectamente que la situación en las bibliotecas es lamentable. De hecho, la Fundación Germán Sánchez Ruipérez hizo un informe para el Ministerio de Educación y Cultura en 2001 con datos desoladores. Mientras en la Unión Europea había una biblioteca por cada 9.571 habitantes, y en España una por cada 9.932 habitantes, en la Comunidad de Madrid esa cifra era de un centro para 29.799 personas, y en Madrid capital se daba la vergonzosa cifra de 63.885 habitantes por punto de servicio.
Moreno señala que el informe recoge datos anteriores a 2000 y que la misma fundación los ha actualizado, y ahí se ve que la situación ha mejorado: en los tres últimos años se ha duplicado el número de préstamos bibliotecarios, pasando de ser de 1.773.000 a 3.180.000.
De momento se van a inaugurar cuatro bibliotecas, proyectos del anterior mandato municipal. Dentro de unos días, la de Valdebernardo, terminada en 2003 y sin inaugurar por falta de personal, y en este año, La Chata. Para 2006 serán las de Ascao y Tetuán. Dentro de unos meses comenzarán las obras de las bibliotecas en la antigua Casa de Fieras del Retiro y en la Casa de Iván de Vargas y se ha firmado un convenio con el Colegio de Arquitectos para construir otra en las Escuelas Pías de San Antón. "Pero nuestra prioridad es dotar las que tenemos, el año pasado sólo fuimos capaces de sacar 30 plazas para las bibliotecas, pero este año van a ser 100 y eso no ha pasado en toda la historia del Ayuntamiento", señala. Y agrega: "Desgraciadamente y por razones administrativas no podemos transferir parte de nuestro presupuesto para dotar de personal a las bibliotecas".
Aunque para ella es prioritario dotar las bibliotecas, entre sus proyectos más sonoros están las rehabilitaciones del antiguo Matadero Municipal y del Cuartel del Conde Duque: "Cualquiera de los dos es más grande que el Museo del Prado".
El Conde Duque ya alberga la Imprenta Artesanal, el Archivo Histórico de la Villa, la Biblioteca Musical, el Centro de Imágenes, la Biblioteca Central, el Museo Municipal de Arte Contemporáneo... "Son instituciones casi desconocidas para los madrileños; el Conde Duque se quedará para todo lo que tenga que ver con la memoria histórica", adelanta Moreno. En cambio, el Matadero se va a dedicar al arte y la creación contemporáneos y de vanguardia. Ya hay firmados convenios con Arco y con la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, que va a crear un centro vivo de animación a la lectura. Además, hay proyectos de grandes naves para las artes escénicas y espacios para el arte digital. "Proyectos similares en otros países han tardado un mínimo de diez años en terminarse", advierte.
En cuanto a salas de ensayos para grupos o artistas, algo que esbozaron en el programa electoral, pero que no termina de tomar cuerpo, dice: "Queremos rehabilitar o reformar viviendas en las que los creadores desarrollen su actividad; trabajamos con urbanismo y con la oficina del distrito Centro para llevarlo a cabo, pero en cuanto a las salas de ensayo es un problema diferente, porque necesitamos espacios grandes, diáfanos, y estamos todavía en la fase de búsqueda".
Lo que sí tiene en marcha es Madrid Arena, una nueva infraestructura deportivo-cultural, que ocupará lo que era el rockódromo de la Casa de Campo. El resto de dependencias de este espacio natural depende del Campo de las Naciones: "Son ellos quienes gestionan la Casa de Campo, aunque hemos llegado a un acuerdo para situar allí el Cirque du Soleil y celebrar el [festival de músicas del mundo] Womad", cuenta la concejal, que acaba de firmar en Londres con el músico Peter Gabriel el proyecto para crear el Womadrid.
El Centro Cultural de la Villa se centrará en la danza y en el jazz. Ella no oculta que ha soñado "muchas veces" con transformar totalmente la plaza del Descubrimiento en el que está ubicado y sacar a la superficie un gran centro cultural. "Eso sí es un proyecto a muy largo plazo", afirma. De momento no ignora que los espectadores oyen en el patio de butacas a los patinadores de la plaza o que entra agua a chorros cuando se riega el césped.
En cuanto a Madrid Arte y Cultura, SA, un organismo que ha creado para gestionar diversas actividades, dice: "Es la respuesta a una lucha que mantenemos los profesionales del mundo de la cultura desde hace años para encontrar un entendimiento entre la vida cultural y la administrativa; es una empresa de capital público 100% para hacer una gestión más coherente con la que ajustarnos a la realidad de lo que es una contratación artística, ya que antes todo se convertía en aventuras kafkianas debido a las trabas administrativas". La concejal ha adoptado este método ya utilizado en Cataluña, Aragón o Andalucía. "Además, da una cierta tranquilidad que en el consejo de administración están los tres grupos políticos representados [PP, PSOE e IU]. Hay una transparencia absoluta", asegura.
Otro problema que se le viene encima es que la auditoría técnica encargada sobre el teatro Español va a poner de manifiesto problemas en el inmueble. "Es un edificio viejo y descuidado, no son problemas graves, pero sí serios. Como los relativos a la instalación eléctrica, aire acondicionado y calefacción, acceso para minusválidos... El día que leí que el anterior equipo afirmaba que el Español estaba dotado como el Real, francamente me quedé más que sorprendida, sobre todo porque conozco, creo que en profundidad, ambos coliseos", subraya.
Cuando se le habla de la programación de corte antiguo y vulgar que hay en el terreno cultural en los centros de los 21 distritos de Madrid, contesta: "No se puede hablar línealmente de los ochenta y pico centros, algunos de la tercera edad y otros cívicos o sociales, pero no hago un diagnóstico tan tremendista, queremos crear una red de exhibición y encontrarnos en el futuro con una buena dotación técnica y una programación que podría seguir descentralizada".
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