El fiscal pide cárcel para los acusados de la muerte de un especialista de cine

El fiscal y las acusaciones pidieron ayer que los cuatro acusados por la muerte de un especialista que falleció cuando rodaba un salto desde el viaducto de Madrid sean condenados a penas de entre un año y seis meses y cuatro años de cárcel por homicidio imprudente.

El representante del ministerio público considera que ha quedado probada la actividad negligente de los cuatro imputados, que desembocó en la muerte del joven Álvaro B. el 15 de octubre de 2000, ya que no comprobaron, entre otras cosas, la longitud de la cuerda que le sujetaba para evitar que golpeara contra el suelo (era siete metros más larga).

Por ello, solicitó al juez que condene al director de la Escuela de Especialistas, Ángel P., a dos años y seis meses de prisión; a su representante en este rodaje, Mónica C., a dos años, y a los encargados de preparar el material para el salto, Enrique F. y Carlos A., a un año y seis meses, además de su inhabilitación para desarrollar estos trabajos.

El fiscal estimó que la negligencia del director de la escuela "fue evidente por ahorrarse dinero", ya que, dijo, dejó este trabajo, que le había encargado una productora de cine, a personas que no estaban capacitadas. "Él toma la decisión de cómo se realiza el salto, sabía de las dificultades que tenía y delegó en tres inexpertos", afirmó.

Según el fiscal, ni Enrique F. ni Carlos A. midieron el puente ni las cuerdas, y tampoco realizaron una prueba antes del salto con algún objeto pesado porque, citando sus testimonios, creían que estaba todo organizado por la empresa de especialistas. Respecto a Mónica C., considera que actuó como interlocutora entre la empresa y la productora y fue quien dio la orden de que todo siguiera adelante aun cuando se observó que las cuerdas podían estar mojadas.