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Reportaje:

La fiesta en las nubes

La dureza del tiempo invernal amenaza el programa de la semana festiva de la Magdalena en Castellón

María Fabra

Todo el mundo mira al cielo. Los más expertos labradores y conocedores de la evolución de la nubosidad son consultados de forma continua. Las páginas web sobre climatología han aumentado sus visitas desde la capital de La Plana. La borrasca, el temporal y el frío tienen amenazado el programa de las fiestas de la Magdalena 2005. En las calles de Castellón no se habla de otra cosa. "A mí me han dicho que mañana [por hoy] lloverá, pero que el domingo puede despejar", decía una vecina. "Yo he oído que hasta el lunes, nada", respondía, otra.

Y es que las fiestas fundacionales de Castellón comienzan hoy. Y a pocas horas del disparo de la mascletà inicial, la tan reclamada lluvia apenas descansaba diez minutos para volver a aparecer. Y aunque con poca virulencia, con molesta insistencia. Hoy peligra el pregón, la cabalgata con la que, oficialmente, se dan por inauguradas las fiestas. La novedad, los trabucaires. El resto, mantendrá su diseño de cabalgata costumbrista en la que tienen cabida otros municipios de la provincia.

Lo de mañana es peor porque depende de los miles de castellonenses y allegados que, casi todos los terceros domingos de Cuaresma, realizan el recorrido que separa Castellón de la ermita de la Magdalena. La marcha que trata de rememorar la bajada de los antiguos habitantes del Castell Vell hasta La Plana. En cualquier caso, está previsto el habitual servicio de autobuses (1,50 euros) desde la ciudad hasta el cerro. Aunque quienes opten por este sistema de transporte no podrán ver las seis imágenes de Sant Blai y Sant Cristòfol, patrones de la ciudad, Sant Pere, patrón de los marineros de El Grau, Sant Roc, el santo celebrado en 12 barrios, Sant Jaume y Sant Vicent, de esmalte en crudo sobre cerámica plana, que han sido colocadas en las capillas del itinerario de la romería de la Magdalena.

Sin embargo, el tiempo, o el mal tiempo, no es el único hándicap de estas fiestas. Una vez más, la junta de fiestas y el ayuntamiento han decidido variar los escenarios de algunos de los actos típicos. Los conciertos se trasladan donde estaba la feria alternativa que, a su vez, lo hace a la explanada frente al auditorio, mientras que el mesón del vino se mantiene en el mismo discutido lugar que el pasado año, aunque en ubicación diferente a semanas festeras más lejanas. La ermita de la Magdalena sigue en su sitio. Pero la Nit màgica también se traslada, aunque en este caso es peor, porque es a ningún sitio. La eliminación de este acto, un correfocs con una importantísima participación popular, ha sido uno de los motivos de crítica del programa. La compañía Xarxa Teatre y la junta de fiestas no han sabido ponerse de acuerdo para mantener una de las citas más multitudinarias. El motivo, al parecer sido un "o todo o nada". Y al final, han perdido todos. Los conciertos tampoco parecen ser del agrado de la mayoría y tampoco el lugar elegido, el parque Ribalta, donde se han invertido decenas de miles de euros cuyo destino puede sufrir en serio deterioro.

En cualquier caso, las reinas de este año, Elena Llopis y Victoria Bataller pondrán la mejor de sus sonrisas en cada uno de los actos a los que las lleven porque, pese al tiempo, están dispuestas a disfrutar al máximo de esta semana. También es el estreno magdalenero, a buen seguro con sonrisas, del nuevo alcalde, Alberto Fabra. Y si el tiempo arrecia, bajo techo, una exposición, la de Fotoprensa, en el Centro Municipal de Cultura, que muestra la visión de hasta 16 fotógrafos, entre ellos Àngel Sánchez, Toni Losas, Vicent Gamir y Carmen Ripollés, sobre lo ocurrido durante 2004.

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