'Pensat i fet' liga las fallas y escuela como propuesta educativa

"Un especial no apto para esencialistas y turistas del sistema educativo". Así se autodefine la revista fallera Pensat i fet en la página tres de su número sobre la próxima edición de las Fallas. La publicación, editada por Eliseu Climent, "ha dado la palabra" a docentes, artistas e intelectuales con el fin de abrir un debate sobre la relación que históricamente han mantenido las escuelas valencianas con la fiesta. ¿Puede ser la falla una propuesta educativa? ¿Es exacto extender el compromiso con lo valenciano si hay un compromiso con la falla? ¿Es la falla un elemento idóneo para enseñar la lengua? Éstas y otras cuestiones son abordadas en las páginas de Pensat i fet. Pero además, el ejemplar muestra un viaje a la ciudad fallera, a las fallas de municipios cercanos a Valencia y llega incluso a las fallas transatlánticas.

Ricard Huerta, director de la publicación, explicó ayer en la presentación en rueda de prensa que la portada de la revista Pensat i fet rescata una fotografía de los años 40 captada en un colegio valenciano en que, a través de la mirada perdida de las dos niñas retratadas, recupera la memoria de una España de posguerra "gris y en la que sucedían cosas muy crudas". Desde entonces, la fiesta fallera se ha ido incorporando poco a poco a los centros escolares, "incluso en aquellas escuelas de vanguardia, dirigidas por maestros como Carles Salvador, que se resistían a unirse a la celebración debido a sus connotaciones políticas y encorsetadas", explicó Albert Dasí, colaborador y director de colegio.

Pegado a Pensat i fet se distribuye el fancine satírico La traca, que ha sacado punta a la Copa America o la Académia Valenciana de la Llengua (AVL), mostrando el lifting de la Generalitat, los sueños de ser artista porno de la consejera Gemma Amor, la visión más terrorífica del forense Alejandro Font de Mora, las aficiones del ocioso Jordi Pujol o la ruta del Mithycal Misery Tour de Joan Ignasi Pla en su autobús con agua para todos.