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Seat ha reducido su producción en 100.000 vehículos desde 2000

Los sindicatos reclaman una política comercial más agresiva

Seat ha reducido la producción de coches en 100.000 unidades desde 2000, cuatro años en que la fabricación en España ha alcanzado cotas récord. Aunque el presidente de la compañía, Andreas Schleef, acaba de lanzar un mensaje tranquilizador sobre eventuales peligros para la plantilla, de 14.140 trabajadores, los sindicatos temen que la flexibilidad pactada se quede corta. Así, reclaman a la empresa una estrategia comercial más agresiva.

El nivel de empleo en Seat, que en 2001 se redujo en casi 500 trabajadores sobre los 15.000 del ejercicio anterior, se ha mantenido prácticamente estable. Sin embargo, la producción ha sufrido un drástico recorte -25.000 unidades menos por año desde 2000-, en un contexto en que la produccion española ha rozado el récord. Las 18 fábricas han producido en 2004 un total de 3,02 millones de autos, muy cerca de los 3,03 de 2000.

Desde que Seat está en el grupo de marcas Audi, su actividad fabril responde a la estrategia de vender menos autos, pero más rentables, como el Altea y el nuevo Toledo. "Cada vez comercializamos coches con mayor valor añadido, con motorizaciones más potentes y equipamientos de mayor nivel, algo que responde a la creciente demanda de muchos de nuestros clientes y que se traduce en un incremento de nuestros ingresos", recuerda Schleef.

Pedro Nueno, profesor del IESE y autor del Libro blanco del automóvil en España, suscribe la estrategia de Seat -"un caso de éxito, casi milagroso en el contexto europeo"-, al considerar que el futuro del sector en España pasa por la fabricación de autos que proporcionen mayores márgenes.

El ingreso medio bruto por automóvil de Seat ha aumentado un 19% desde 2000 -un 10% sólo en 2004-, lo que el año pasado se tradujo en un aumento de los ingresos por ventas y del beneficio neto.

Sin embargo, "la realidad es que hace tiempo que se están haciendo menos coches, con la misma gente", advierte un dirigente sindical. Un colega suyo asegura que desde que a finales de 2002 la compañía deslocalizó 22.000 unidades del Ibiza a Eslovaquia, el exceso de trabajadores es de unos 500. En dos años, un millar.

La filial española de Volkswagen es la columna vertebral de la industria catalana, tanto por el número de personas que emplea como por el montón de empresas auxiliares que arrastra.

"Hay que estar atentos"

Schleef arguye que "hacer automóviles más complejos requiere mayor dedicación sobre el coche, más horas de trabajo". Admite que "hay que estar muy atentos", aunque recuerda la mayor flexibilidad que aporta la bolsa de horas.

Este mecanismo, contemplado en el último convenio colectivo, permite que los trabajadores y la empresa puedan utilizar dicha bolsa en función de las necesidades de producción del mercado. Así, los empleados trabajan hasta 30 días menos cobrando lo mismo en periodos de poca demanda y devuelven los días a la empresa cuando hay más trabajo.

Los sindicatos alertan del debe que acumulan los trabajadores, que en algunos casos -depende de las líneas de la cadena de montaje- alcanza los 20 días. Los empleados con menos horas deben a la empresa ocho días.

El regreso del Ibiza a partir del próximo mes de junio, fruto, precisamente, de un pacto laboral que ha sido elogiado por el sector y especialmente por la casa matriz del grupo, permitirá aumentar la producción en 100 unidades al día. Al parecer de los sindicatos, se trata de una enmienda parcial y reclaman una estrategia comercial más agresiva. La cúpula directiva de Seat reitera que lo suyo no son los grandes volúmenes de producción y ventas. "No vamos a regalar los coches", insiste Schleef.

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