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Crónica:FÚTBOL | 24ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Racing respira a costa del Valencia

La continuidad de Ranieri sigue en el aire tras la derrota de su equipo en El Sardinero

Sensación de derribo en el Valencia, que ayer, sin embargo, mereció más en El Sardinero. Desaprovechó un buen puñado de ocasiones, que ya es algo para sus últimas costumbres, pero erró Mista en el remate y no se enteró Di Vaio en un partido aciago del delantero italiano. El Racing se puso duro y aprovechó un regalo de la barrera valencianista en la falta que embocó Regueiro, el mejor de los locales. Sale así el cuadro de Nando Yosu de las posiciones de descenso. Fue insuficiente Aimar, que sirvió tres pases de gol y sufrió un marcaje fuera de la ley del brasileño Anderson. Ranieri rectificó tarde: cambió a sus laterales, que fueron un gran desastre, en el último tramo. Y su continuidad al frente del club vuelve a estar en el aire, en un calendario calentísimo para su equipo: Steaua, Betis, Sevilla, Madrid, Atlético... Y un pesimismo que se agiganta.

RACING 1 - VALENCIA 0

Racing: Aouate; Regragui, Pablo Casar, Moratón, Juanma, Regueiro; Morán (Jonatan, m. 90), Anderson, Benayoun; Javi Guerrero (Torrado, m. 85) y Aganzo (Arizmendi, m. 74).

Valencia: Palop; Caneira (Rufete, m. 72), David Navarro, Marchena, Moretti (Fabio Aurelio, m. 72); Sissoko, Albelda, Fiore (Xisco, m. 76); Aimar; Mista y Di Vaio.

Goles: 1-0. M. 53. Regueiro, de falta directa, en un disparo a media altura que supera a una barrera que se abrió.

Árbitro: Mejuto González. Amonestó a Javi Guerrero, David Navarro, Fabio Aurelio, Morán y Regueiro.

12.605 espectadores en el Sardinero.

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Nada por la derecha, nada por la izquierda. El Valencia jugó sin orillas más de una hora y eso lo convirtió en un atacante muy previsible. Sobre todo si el rival se defiende con cinco, como fue ayer el Racing, que cerró así el grifo de las últimas semanas. Los dos laterales elegidos por Ranieri (Caneira y Moretti) son incapaces de alcanzar la línea de fondo y centrar. Así que se limitan a esperar. Y tiene que ser una pieza de orfebrería, como el pase de Aimar a Di Vaio al filo del descanso, una preciosa diagonal, la que rompa la defensa contraria. El italiano, eso sí, remató al exterior de la red. Ranieri dio su brazo a torcer y montó un equipo en torno a Aimar, que contó con dos puntas por delante (Mista y Di Vaio), como le gusta. Lo que ocurre es que a veces eso no basta si no hay nadie más que se incorpore desde la segunda línea como sucede.

Al calor de la manta de lluvia que regó El Sardinero, el Racing salió en tromba. Lanzado por Javi Guerrero, encontró juego y espacios durante un cuarto de hora, contando con el beneplácito de la grada, de uñas, no obstante, cuando el balón le caía a Aganzo. El Racing se defendió mejor que otras veces y en sus avances se topó con el meta Palop, muy serio en ésta la que parece la oportunidad de su vida para sustituir a Cañizares. Tanto que se permitió pegarle un broncazo a Di Vaio cuando éste no tapó como le indicaba en una falta desde la esquina de Javi Guerrero.

Noticia tras el descanso. Moretti llegó a la posición de extremo izquierdo y centró. Di Vaio, solo, cabeceó muy mal. Hubo órdenes en el vestuario de que los laterales avanzaran de una vez, pues Caneira también se animó por su lado. Pero, de pronto, una falta innecesaria de David Navarro a Aganzo al borde del área iba a reabrir el abismo valencianista. Se abrió en canal la barrera y por ahí entró el disparo de Regueiro, ante el desconsuelo de Palop. Excepcionales reflejos del meta valenciano poco después en un cabezazo a bocajarro de Moratón. El choque se desató y Mista desperdició dos remates consecutivos muy francos. Eso afectó al Valencia, que metió la cabeza en el pozo mientras el Racing, muy crecido, trató de cerrar el encuentro. Tampoco supo Ranieri rectificar. Tardó un mundo en cambiar algo. En concreto los dos pésimos laterales, cuyas enormes carencias tardó en advertir el entrenador 72 minutos. Entraron Rufete y Fabio Aurelio. Y sí, con poca fe, pero el Valencia llegó más veces por las bandas que en toda la primera parte. Y Anderson sacó de la línea de gol un cabezazo picado de Mista tras el centro de Fabio Aurelio. La fortuna le dio la espalda esta vez a un equipo que viene pagando el sinfín de errores cometidos por su entrenador anteriormente.

Anderson y Albelda pugnan por el balón.
Anderson y Albelda pugnan por el balón.REUTERS

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