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Crítica:PRUEBA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un familiar elegante, deportivo y más versátil

El estilo deportivo de Alfa Romeo, la funcionalidad interior de las carrocerías break y la versatilidad de uso de los turismos todocaminos con tracción 4×4 para circular dentro y fuera del asfalto. El Alfa Crosswagon es un coche mestizo que recoge varias tendencias de moda y fusiona en un solo modelo lo que hasta hace poco se ofrecía en varios, y por separado. No tiene los recursos de los todoterrenos en el campo pero tampoco sacrifica el comportamiento y la comodidad en carretera, como sucede en casi todos ellos. No es barato, 33.103 euros, pero sale más asequible que otras propuestas existentes (Audi Allroad, Volvo XC70...) y sólo cuesta más caro que el Subaru Outback, que no tiene turbodiésel. El Crosswagon es un cóctel interesante para familias que practican actividades al aire libre, tanto en la nieve como fuera del asfalto (esquí, bicicleta, excursiones...).

Más información
Para asfalto, tierra y nieve

Un todocaminos más pequeño

El nuevo Alfa mide 4,44 metros de largo, entre 30 y 40 centímetros menos que los

Allroad y XC70, los dos turismos todocaminos más conocidos. Estas medidas mejoran la agilidad en ciudad y permiten ofrecer una imagen más compacta y ligera, p

ero reducen también el espacio interior.

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El modelo italiano se basa en la carrocería Sportwagon o familiar del 156, pero añade una decoración campera con suspensiones más altas, protecciones de aluminio en la zona inferior, faldones laterales, neumáticos mixtos y otros detalles en el interior: pedales metálicos, brújula en el retrovisor... El resultado es un break más alto de lo normal y una línea elegante y poderosa. Destaca el diseño en cuña del frontal, con el escudo de Alfa integrado en el centro de la parrilla y unos faros multifocales muy estrechos a los lados. El trazo ascendente del lateral, junto al portón trasero inclinado hacia delante, resaltan el dinamismo. Pero lo mejor es que todo esto, combinado con la decoración campera, crea un conjunto muy atractivo y con gran personalidad que además tiene la virtud de no penalizar la aerodinámica, muy buena para un coche de este tipo (CX: 0,32).

Espacio justo por dentro

La prioridad al diseño penaliza algo la habitabilidad, como en todos los 156. Los asientos delanteros sujetan bien, pero se desplazan poco hacia atrás y no permiten estirar las piernas si se mide más de 1,80 metros. Y en las plazas traseras también falta espacio en la zona de las rodillas. Además, el maletero es pequeño y hay pocos sitios para dejar cosas: guantera, bandejas estrechas sólo en las puertas de delante, un espacio a la izquierda del volante, el apoyabrazos con unas repisas debajo y las bolsas detrás de los respaldos. Pero no tiene donde dejar un refresco.

Por lo demás, el diseño interior y los acabados son vistosos, con plásticos y materiales agradables al tacto, buenos ajustes y un ambiente elegante y acogedor. Y la mecánica está bien aislada, no hay ruidos extraños, las suspensiones filtran bien los baches y permite hacer viajes largos con confort.

Versión única con motor turbodiésel

Este Alfa se vende en versión única con el nuevo motor 1.9 JTD turbodiésel de 150 CV. Cuesta 33.103 euros e incluye un buen equipo de serie: seis airbags, ABS, control de estabilidad VDC, climatizador dual, sensores de lluvia y aparcamiento (sólo atrás), radio-CD, ordenador de viaje y todo lo habitual. Y como la gama 156 incluye otras propuestas con carrocería familiar e idéntico motor, el sobreprecio del Crosswagon puede estimarse en 2.400 euros sobre la versión 1.9 JTD Q4, con tracción 4×4 (30.703) y 4.500 frente a la variante básica con el mismo motor y tracción delantera (28.603).

Conclusión

El Crosswagon es un break con suspensiones de campo que abre nuevas posibilidades de uso fuera del asfalto sin acusar las carencias dinámicas de los todoterrenos. Tiene una línea deportiva, un interior elegante y un comportamiento dinámico muy logrado. Añade un turbodiésel a la última y un completo equipo de serie en seguridad. Y no es tan caro como otros rivales más grandes.

ESPACIO JUSTO, PERO MUY CUIDADO

El interior del Crosswagon mantiene el diseño deportivo de los 156 y se aprecia en la instrumentación, con relojes redondos; el volante, y la consola central. Pero esta versión añade los pedales metálicos, y el habitáculo está muy cuidado, con plásticos y tapicerías agradables al tacto y a la vista, y algunas opciones sofisticadas, como los asientos y el salpicadero en piel (4.450 euros), incluidos en la unidad de pruebas. Esta elegante resolución contrasta con una habitabilidad limitada: las plazas traseras ofrecen poco espacio para las piernas y no hay suficientes zonas para dejar objetos. El maletero también es justo, 360 litros con la bandeja en posición normal, pero como todos los breaks se puede cargar hasta el techo. Además lleva dos guanteras en los laterales, a la altura de la bandeja, y se puede ampliar abatiendo por partes los respaldos, que integran también la trampilla para esquís. Otra solución muy práctica es la rueda de repuesto. Tiene las medidas de las otras, un detalle clave cada vez menos habitual en todocaminos y todoterrenos: va plegada en el hueco e incluye un compresor para hincharla en caso de pinchazo. El diseño del portón, inclinado hacia delante, estiliza la línea del Crosswagon, que se distingue por el escudo protector situado bajo el parachoques.

SIN COMPETENCIA

La tracción 4×4 se ofrece en modelos con el tamaño del Alfa 156 ( Audi A4 Avant), pero son más caros: el BMW 330 Xd Touring cuesta 10.200 euros más. Y ninguno tiene una versión todocaminos de estética campera para circular fuera del asfalto. El Subaru Outback es el que más se acerca, pero tiene un tamaño superior y sólo se vende con motores de gasolina. La versión básica monta un 2.5 de 165 CV y cuesta 3.400 euros menos que el Crosswagon. Incluye reductora y es más eficaz en el campo, pero no tiene ESP. Por encima en tamaño y precio se sitúan los todocaminos de las marcas de prestigio. El Volvo XC 70 es el menos caro, pero cuesta 8.700 euros más que el Alfa. Y la diferencia con el Allroad llega a 13.000 euros. Todos ofrecen una amplitud interior y unas prestaciones superiores, pero el equipo de serie es similar y no justifica tanta diferencia.

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