La industria alimentaria eleva una queja ante la UE contra la ley de morosidad

La Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), ha presentado ante la Comisión Europea una queja contra la Ley de Morosidad, aprobada el pasado mes de diciembre, por la que se regulan las relaciones comerciales en materia de plazos de pago entre proveedores y la distribución. Para el secretario general de esta organización, Jorge Jordana, el contenido de la nueva normativa española no responde a las recomendaciones dictadas por las autoridades comunitarias que buscan una relación de mayor equilibrio entre los intereses de los productores agrarios, las industrias alimentarias y la distribución.

La Ley de Morosidad contempla que los aplazamientos en los pagos en las relaciones entre los proveedores y la gran distribución sean de 30 días para los productos perecederos y de 90 días para el resto. Esta disposión da un plazo de tres meses para elaborar la lista de los productos que se incluirán en cada una de esas categorías.

España, según los datos manejados por la industria alimentaria, tiene un plazo medio de pago de 130 días, uno de los periodos más largos en toda la UE. Para los industriales, se trata de un periodo excesivo que afecta negativamente a la actividad de las empresas y acusan a la gran distribución de haber presionado en el Parlamento para establecer estos periodos de pago. La Federación reclama igualmente que la fecha real de inicio para contabilizar ese periodo sea desde el momento de la entrega de la mercancía y no desde que se emita la factura.

Según los datos manejados por FIAB, en 2004, el valor de la producción bruta de la industria agroalimentaria fue de 6.575 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 1,5% frente al 3% del año anterior. Uno de los sectores con mayor subida volvió a ser el de las aguas envasadas mientras cayó la demanda de vinos.