Piqué exige ahora que dimitan Bargalló, Nadal, Milà, Huguet, Simó y Marín
Primero le tocó al consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, cuya cabeza exigieron el Partido Popular y Convergència i Unió. El jueves, estas dos formaciones amagaron con pedir la dimisión del propio presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall. Y ayer, el líder de los populares catalanes, Josep Piqué, incluyó más nombres en la lista de los presuntos responsables políticos de la crisis del Carmel. Nada menos que otros cinco: el conseller en cap, Josep Bargalló; el consejero de Vivienda y Medio Ambiente, Salvador Milà; el consejero de Comercio, Consumo y Turismo, Josep Huguet; la consejera de Bienestar y Familia, Anna Simó, y el secretario de Comunicación, Enric Marín. Si alguno de estos cargos no presenta su renuncia, Piqué reclamará directamente la de Maragall por ser, dijo, "en última instancia" el máximo responsable. De momento, le otorga un "margen de confianza".
Piqué repartió las culpas del siguiente modo. Josep Bargalló se fue de viaje oficial al País Vasco cuando figura como coordinador de las crisis. Salvador Milà, por su "evidente falta de respuesta" para solucionar la situación de los desalojados. Josep Huguet, por su "actitud displicente" hacia el problema de los comerciantes del barrio. Anna Simó. por dar "ayudas" en vez de "indemnizaciones. Y finalmente a Enric Marín por intentar "recortar la libertad de expresión" de los medios informativos.
Además de esta "mala gestión", Josep Piqué lamentó que algunos consejeros de Esquerra hayan "presenciado" este problema como si no fuera de su competencia e incluso se "regodeen" porque afecta principalmente a un departamento del Partit dels Socialistes, en concreto a Joaquim Nadal. A este consejero, Piqué le rogó que no desvíe su responsabilidad hacia las empresas.
Igual crítica le lanzó el portavoz de CiU, Felip Puig, al afirmar: "No hay derecho a que se cargue toda responsabilidad sobre técnicos y empresas". Pero para su jefe de filas, Artur Mas, lo que hace Pasqual Maragall es "lavarse las manos" y "echar la culpa" de lo sucedido en el Carmel al anterior Gobierno, de CiU. "Maragall tiene mucha cara", señaló Mas antes del inicio del acto de final de campaña del referéndum sobre el tratado de la Constitución europea.
