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Las restricciones de paso junto al Windsor se reducen, pero la línea 6 seguirá cortada

Durante el desmontaje de la torre, que durará meses, se prohibirá el acceso en un radio de 60 metros

El servicio de metro en la línea 6, entre las estaciones de Cuatro Caminos y Avenida de América, podría seguir cortado varios meses. El Ayuntamiento levantó ayer parcialmente las restricciones de circulación en el entorno del incendiado edificio Windsor, pero mantuvo la suspensión del servicio en la línea 6, cuyos andenes de la estación de Nuevos Ministerios están justo bajo la torre. Ésta y otras "medidas cautelares" de seguridad se mantendrán -de forma fija o intermitente- durante las obras de demolición del Windsor, que podrían durar un año, según explicó el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón.

El informe técnico sobre el Windsor que ayer presentaron Ruiz-Gallardón y sus concejales de Urbanismo y Seguridad, Pilar Martínez y Pedro Calvo, respectivamente, advierte del "riesgo de derrumbamientos parciales con arrastres en cadena imprevisibles". Aun así, el gobierno municipal ha decidido levantar en parte las restricciones de paso impuestas el pasado domingo, porque "el riesgo de colapso total [desplome del edificio] está, ahora mismo, descartado", según dijo Martínez a los periodistas después de la conferencia de prensa.

Las "medidas cautelares" que sí se mantienen podrían estar en vigor durante todo el proceso de demolición, sólo durante una primera fase o de forma intermitente en función de las necesidades de los técnicos y de criterios de la seguridad, según dijo Ruiz-Gallardón. Son las siguientes:

- Tráfico. La "zona de seguridad" establecida en torno al Windsor queda reducida a un cerco de 60 metros de radio (ver gráfico), al que tendrán vetado el acceso todos los conductores y peatones sin permiso expreso. Esa zona prohibida incluye el tramo de la calle de Raimundo Fernández Villaverde entre el paseo de la Castellana y la calle de Orense -hasta ahora estaba cortado también desde Orense hasta la calle de General Moscardó-, pero Orense se reabre al tráfico. Los accesos al túnel de Azca por Raimundo Fernández Villaverde y la calle de Agustín de Betancourt siguen igualmente cortados.

- Transporte público. La línea 6 de metro continúa cortada en las estaciones de Nuevos Ministerios y República Argentina. El alcalde no precisó cuánto tiempo seguirá así: afirmó que, como ocurre con el resto de restricciones, los plazos dependerán de cómo marchen las obras de demolición. Las líneas 5 y 149 de autobuses de la EMT recuperan sus rutas habituales, pero la circular sigue con el trazado modificado.

- Comercios y oficinas. El Ayuntamiento dio ayer autorización a los dueños de los dos inmuebles más próximos al Windsor, el edificio Estrella y el Bronce, para que reabran sus puertas y retomen su actividad, salvo en el caso de los locales de las plantas bajas del Estrella, que tienen su entrada en la fachada que da al rascacielos incendiado. La concejal de Urbanismo aseguró que las oficinas del Estrella -el edificio que más riesgo sufriría en caso de que el Windsor se desplomara total o parcialmente- "están vacías en este momento".

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Menos explicaciones dio Ruiz-Gallardón de la situación en la que quedan los pequeños comercios de la zona, que, aunque ahora se sitúan fuera de la zona prohibida, continuarán resintiéndose por la falta de clientes. "Me consta que la Concejalía de Economía está en contacto con los comerciantes para establecer posibles ayudas", afirmó.

- Seguridad. El concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad, Pedro Calvo, explicó que en el lugar del siniestro va a permanecer un "pequeño dispositivo" de Policía Municipal y del Cuerpo Nacional de Policía para "garantizar el cierre a la circulación de la zona". También seguirá allí una unidad básica del Samur, pero se desmantela el puesto médico avanzado que se había trasladado a las inmediaciones del Windsor tras desatarse el incendio. Los bomberos se retiraron ayer, después de constatar que "prosigue el enfriamiento" del edificio aunque quedan "pequeños focos de calor". Ni Calvo ni Ruiz-Gallardón quisieron entrar a valorar la actuación de los vigilantes de seguridad del Windsor o la posibilidad de que se hayan producido negligencias. El alcalde adelantó que va a aceptar la petición de PSOE e IU para que el Ayuntamiento cree una comisión de investigación sobre el siniestro, pero precisó que "sólo se constituirá cuando termine la investigación judicial".

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