Linchamiento en Bagdad
La violencia cotidiana en Irak -ayer perdieron la vida 29 iraquíes y tres soldados norteamericanos- ha generado un clima de miedo y odio. Ayer, una turbamulta de chiíes que se disponían a celebrar en un barrio de Bagdad la festividad de Ashura (que recuerda el asesinato del nieto de Mahoma) lincharon a un hombre sospechoso de portar una bomba. Ni policía ni los servicios de seguridad de la mezquita lo pudieron evitar. No se ha informado de si las sospechas de la muchedumbre eran ciertas. La insurgencia suní ha atentado en varias ocasiones contra las concentraciones religiosas de los chiíes en sus ciudades santas de Nayaf y Kerbala (sólo el año pasado murieron 170 personas en la explosión de un coche bomba).
El incidente, que se produce tras la aplastante victoria de los candidatos de esa comunidad en las elecciones del 30 de enero, supone una advertencia sobre el creciente peligro de un enfrentamiento civil en Irak.
