Desgracia cotidiana

Esto ocurrió hace 10 años en Bélgica: un profesor de literatura, incapaz de soportar más tiempo la mala educación de sus alumnos, la desatención, las agresiones verbales, fue un día a clase con una ametralladora y mató a 17. El escritor belga Jean-Pierre Domangue montó con la noticia del suceso un monólogo: imagina que el profe -se utiliza continuamente la abreviatura francesa, "prof", y ése es su título original-, condenado a cadena perpetua -como fue en la realidad-, es indultado a cambio de recordar en el teatro su experiencia y explicar sus razones. Es un tema muy actual en este país, donde numerosos profesores acuden al psiquiatra o abandonan su profesión porque les parece insoportable. Tengo algunos recuerdos de alumnos y profesores en los que había torturas por las dos partes en aquella estúpida guerra.

El monólogo lo interpreta el actor Abel Vitón y sabe darle todos los matices; la ironía, el humor, la ternura, lo doloroso de una vida que esperaba otra cosa. El texto tiene todos esos matices. A veces parece un poco sobreactuado, pero la enormidad de lo que se cuenta y lo que pasa no puede pedir una representación indiferente.