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Defensa ofrecerá a los soldados jubilarse a los 40 años y con la mitad de la pensión

El Gobierno cree que el actual modelo de Ejército profesional no es realista ni sostenible

Miguel González

Trabajar dos décadas en las Fuerzas Armadas, retirarse con 40 años de edad y cobrar el equivalente a media pensión (unos 480 euros) hasta la jubilación. Ésa es la oferta que el Ministerio de Defensa quiere hacer a los jóvenes para animarles a enrolarse. El ministro José Bono considera que el modelo actual de Ejército profesional no es sostenible y se propone aprobar con carácter urgente una nueva Ley de la Tropa y Marinería que aborde las necesarias reformas. Así se lo expuso el pasado lunes al Rey y al príncipe de Asturias, que visitaron juntos por vez primera la sede del ministerio.

El proyecto de Defensa consiste en que la mayoría de los soldados permanezcan en las Fuerzas Armadas de 18 a 24 años, de forma que se retiren con entre 40 y 45. Desde ese momento y hasta la jubilación, 65 años, cobrarían una paga equivalente a media pensión, unos 480 euros, compatible con otros ingresos.

Los soldados tendrían así dos trayectorias laborales, una en el Ejército y otra en la vida civil, de duración similar. A partir de los 65, cobrarían la media pensión militar completada con la que hubieran generado en su trabajo civil.

Según las fuentes consultadas, éste es el modelo vigente en el Reino Unido y el que, con variantes, se aplica en otros países con Ejército profesional, como Noruega, Holanda o EE UU. Su gran inconveniente es el alto coste, pues dos medias pensiones son mucho más caras que una sola, debido a que un retirado de 40 años puede tener por delante más de la mitad de su vida.

Aún hay muchos extremos por aclarar. Por ejemplo, quién se hará cargo de los más de 100.000 euros por individuo que puede suponer la media pensión desde la edad de retiro a la de jubilación y qué incompatibilidad tendría esta retribución con otras percepciones públicas.

El ministro José Bono adelantó ayer en Valencia que "habrá que darles una pensión [a los soldados y marineros] porque un país que quiera tener defensa no puede pretender que no tengan una compensación profesional y económica suficiente".

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Actualmente, salvo los 7.000 soldados que tienen la condición de permanentes (a los que se sumarán otros 3.000 este año), los demás se van a la calle al cumplir 35 años sin más ingreso que el subsidio de desempleo.

11.000 altas y bajas

La Directiva de Defensa Nacional, firmada el 30 de diciembre pasado por el presidente del Gobierno, aboga por "desarrollar un nuevo modelo realista de profesionalización", mientras que el Grupo Socialista, en una enmienda presentada el pasado día 8 en la Comisión de Defensa del Congreso, ha pedido cambiar la Ley del Régimen de Personal de las Fuerzas Armadas de 1999 para "hacer sostenible el modelo de profesionalización". Son dos formas de reconocer implícitamente que el modelo vigente no es ni realista ni tampoco sostenible.

El problema no es que sólo haya 70.000 soldados y marineros profesionales, frente a los 102.000 a 120.000 previstos por la ley. El problema es que en los últimos dos años, en vez de aumentar, se han reducido en casi 2.000, un 2,5%. En la Armada, donde la situación es más grave, la caída supera el 13,4%.

Las Fuerzas Armadas incorporaron el año pasado a unos 11.000 jóvenes, tras realizar un enorme esfuerzo de captación y gastar más de siete millones de euros en publicidad. Pero quienes colgaron el uniforme fueron todavía más. Aunque pueden cumplir 12 años de servicio, la mayoría de los soldados se va a los tres y medio, por lo que apenas se amortiza su formación.

Desde su llegada a Defensa, el equipo de Bono ha tomado una serie de medidas para intentar frenar esta sangría, en palabras del ministro: desde el aumento del porcentaje máximo de extranjeros del 2% al 7% de los efectivos de tropa, hasta la instauración de tres pagas extraordinarias en las unidades con mayores carencias de personal.

Las fuentes consultadas estiman, sin embargo, que estos "parches" no son suficientes para atajar el problema y que hay que abordar ya una ley de medidas urgentes sobre profesionalización de las Fuerzas Armadas.

Ésta es la ley que, bajo el título de Ley de la Tropa y Marinería, expuso Bono ante el Rey y el príncipe de Asturias durante su visita conjunta a la sede del Ministerio. Se trata de una reforma parcial de la citada ley del Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas, que se desgajará para tramitarla anticipadamente.

La ley del Régimen del Personal se va a modificar, pero se trata de un texto muy complejo, con más de 200 artículos, que regula toda la carrera militar. Defensa se propone enviar el anteproyecto al Congreso este año, con la idea de que se apruebe en 2006.

Por el contrario, la Ley de la Tropa y Marinería será un texto muy breve, que debería estar en vigor en enero del año próximo.

El programa legislativo de Bono se completa con la Ley Orgánica de la Defensa Nacional, que el Gobierno remitirá previsiblemente al Congreso a principios de marzo, y la Ley de Derechos y Libertades de las Fuerzas Armadas, que responde a un compromiso electoral del PSOE.

El Rey y el Príncipe, junto a Bono, durante su visita al Ministerio de Defensa el pasado lunes.
El Rey y el Príncipe, junto a Bono, durante su visita al Ministerio de Defensa el pasado lunes.RICARDO GUTIÉRREZ

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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