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EMPRESAS

Los analistas discrepan sobre si conviene dividir la empresa HP

La polémica compra de Compaq no dio a la compañía el liderazgo mundial en ordenadores domésticos, que mantiene Dell gracias a su sistema de venta

Los beneficios netos de HP en 2004 fueron 3.497 millones de dólares (2.717 millones de euros). ¿Está la compañía en apuros? No lo parece. Sin embargo, la semana pasada el consejo de la empresa despedía a su consejera delegada, Carly Fiorina. El comunicado oficial negaba que la crisis se hubiera producido porque se considerase urgente un cambio en la estrategia dibujada por Fiorina sino, paradójicamente, para aplicarla con más diligencia. ¿Dónde están, pues, los motivos de enfado con la ex consejera delegada? La literatura financiera que ha producido esta crisis de HP destaca básicamente dos: no haber cumplido su promesa de mejorar el valor de la acción, que ha perdido el 55% de su valor durante sus seis años de mandato, y que la difícil fusión con Compaq no ha servido para batir a IBM o Dell en el terreno de los ordenadores. Carly Fiorina llegó a la cúspide de la compañía en 1999. Proclamó un plan para lograr un crecimiento anual del 15%. Seis años más tarde, los beneficios anuales presentaban una cifra algo menor a la de 1999. Fiorina, justo al año de acceder a la cúpula de HP, se topó con el estallido de la burbuja tecnológica que también afectó a las empresas con más tradición y solvencia del sector.

La multiplicación de las cifras que había prometido se vino abajo. No sólo eso, intentó adquirir PWC Consulting. Se trataba de reforzar el camino de los servicios, mucho más rentable que la venta de hardware. Al final, PWC terminó en manos de IBM.

En 2001 anunció su intención de adquirir Compaq, una fusión que debería llevar la firma al liderazgo en el sector del ordenador doméstico. A pesar de la oposición de algunos herederos de los apellidos fundadores, Fiorina obtuvo el visto bueno para lanzar la operación. Se trataba de reforzar el liderazgo mundial en el terreno de la impresión con el de los ordenadores. Pero no consiguió desbancar a Dell. La fusión con Compaq fue un trauma corporativo en muchos lugares y Fiorina fue incapaz de retener, cuando no los despedía, a significados ejecutivos de la casa. En España, las cosas fueron distintas y su actual presidente, Santiago Cortés, que procede de Compaq, puede presentar un balance positivo, también, en los pcs ya que la venta directa de Dell no ha penetrado con la facilidad de otros países.

La marcha de Fiorina ha hecho crecer la sabiduría retrospectiva. Y tanto quienes lo dijeron en su día como otros recién llegados a la misma insisten en que las megafusiones en el ámbito de la tecnología están llamadas al fracaso. No basta con ganar tamaño, hay que poder gestionar ágilmente los nuevos monstruos. De hecho, varios analistas han apostado estos días por una futura división de la compañía HP, bien por venta de su área de ordenadores, bien independizando el área de impresión que supone el 76% del beneficio de la compañía. Pero no hay unanimidad.

Un experto de Citigroup aseguraba que no hay ninguna garantía de que la unidad de ordenadores trabaje mejor sin el apoyo que supone la unidad de impresión. Otro experto, en J.P. Morgan, veía posibilidades en la división "si deciden dar este paso".

Fiorina era la mujer en el puesto de mando más importante de la industria fabricante de tecnología. Detalle que han subrayado las mujeres de Silicon Valley organizadas como tales. Sólo el 9% de puestos directivos en el sector tecnológico está ocupado por mujeres. Lo atribuyen a falta de mentores y de redes de relación a este nivel que las convierta en candidatas cuando hay un puesto a cubrir. En cualquier caso, la crisis en HP no se atribuye a un acto machista. La media de permanencia en un cargo de este tipo es de tres años y Fiorina, una outsider sin experiencia en el universo de los ordenadores, estuvo seis.

En los medios abundan las críticas a su conducta, más atenta a las intervenciones públicas que a la reorganización de la casa. Robert Wayman, nuevo consejero delegado, tiene el encargo de buscar el sustituto, que deberá tomar distintas decisiones desde mantener, o no, la voluntad de estar presente en tantos segmentos del mercado, los lidere o no, a si divide la compañía.

Carly Fiorina.
Carly Fiorina.MANUEL ESCALERA

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