El hermano del obrero argentino muerto en Granada asegura que trabajaba para la empresa desde septiembre
Carlos Óscar Romero, el obrero argentino fallecido el martes en una obra de Maracena (Granada) trabajaba para la constructora Robles y Santiago S.L. desde hacía cinco meses, según su hermano Agustín, que aseguró ayer que el propietario de la compañía le amenazó a él y a varios compañeros de trabajo de su hermano en caso de que hablaran sobre el accidente. La empresa mantiene que no conocía al operario fallecido y que éste se cayó desde un octavo piso cuando fue a pedir un puesto en el tajo.
Los sindicatos consideran que han reunido testimonios suficientes para acreditar que, en contra de las afirmaciones de la empresa, Carlos Oscar sí trabajaba para la constructora que instalaba un ascensor en un bloque de vecinos de esa población. Su hermano Agustín, aseguró ayer que el obrero muerto prestaba sus servicios desde septiembre para Robles y Santiago S.L. en condiciones pésimas de salario, seguridad y condiciones laborales, que él mismo pudo comprobar durante una semana de actividad con el mismo patrón. "Hago esto [hablar con la prensa] porque no quiero que el empresario salga de esto con las manos limpias", dijo el argentino.
Agustín calificó el trabajo y el sueldo de su hermano de "miserables". Según su testimonio, cobraba alrededor de 700 euros por una jornada de 12 horas sin seguro y sin papeles durante toda la semana, incluidos los sábados. Otros inmigrantes indocumentados trabajaban junto a él en la misma empresa. Alguno de ellos está dispuesto a declarar en el juicio, según CC OO. El sindicato comprobó que en el lugar de trabajo no se cumplían las condiciones de seguridad que establece la ley, donde ni siquiera los andamios (de los que cayó el argentino) estaban bien montados. CC OO acusa al empresario de mentir al afirmar que no conocía al inmigrante y de omitirle el socorro debido. Por ello pedirá su ingreso en prisión.
El hermano de Carlos Óscar aseguró que el patrón ha retenido el pasaporte a sus compañeros de trabajo al igual que hizo con su hermano, y que éstos "tienen miedo porque el empresario les ha dicho que les puede pasar algo". Según Agustín, el patrón le amenazó en el mismo hospital con su posible expulsión del país en caso de que hablara.
La Confederación Granadina de Empresarios (CGE) aseguró que la empresa para la que trabajaba el argentino -Robles y Santiago S.L.- no pertenece a ninguna asociación confederada. Su presidente afirmó que "en caso de confirmarse la responsabilidad del empresario, repudiaríamos su actitud". Los restos mortales del joven obrero se incineraron ayer. Otros dos trabajadores de la construcción resultaron heridos esta semana en la provincia de Granada. Uno de ellos cayó de un poste eléctrico en Órgiva y ayer estaba en estado crítico. El martes, una viga se desplomó sobre otro operario en Nívar, causándole heridas graves.
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