La lucha antidopaje en España da un salto cualitativo con el nuevo plan

Fiscales, policía judicial, reforma del Código Penal, política criminal, control de hospitales y farmacias... El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, presentó ayer su proyecto de plan de lucha contra el dopaje y, por primera vez en España, junto a la habitual letanía de controles, positivos, análisis y anabolizantes, se oyeron palabras y conceptos que permiten aventurar que la lucha contra el dopaje ha experimentado un salto cualitativo, aunque sin fecha de aplicación aún. "Los puntos que necesitan de reforma legislativa necesitarán tiempo", advirtió.

Aunque finalmente no volvió a hablar con Óscar Freire, el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, se mostró receptivo a su crítica a los formularios para controles fuera de competición y adelantó que en España se respetará siempre "la intimidad y la dignidad personal" del deportista. Lissavetzky también reconoció el derecho de los deportistas a recurrir a la justicia ordinaria, pero propugnó la creación de juntas arbitrales que tendrían un efecto disuasorio a fin de disminuir el recurso a los tribunales para lograr suspensiones cautelares.

Son 59 puntos, con medidas legislativas, preventivas, de control y de represión, que se incorporarán en una nueva ley Antidopaje cuyo texto, según Lissavetzky, está casi terminado. "Pero antes de su tramitación queremos abrir un debate entre todos los estamentos y los medios en España", dijo el secretario de Estado.

- Agencia Española Antidopaje. Sus funciones, sus medios, su poder y su independencia aún no están claramente definidos, a la espera del resultado del debate entre todos los sectores afectados. No se sabe, pues, si se basará en el modelo francés, con una agencia que goza de total libertad e independencia a la hora de promover controles y organizarlos, y sancionar, o se quedará en organismo consultivo y de ayuda a las federaciones con menos medios para organizar su propia comisión antidopaje.

- Reforma del Código Penal. La incitación, la ayuda, la contribución y la instigación al dopaje serán delitos castigados con penas de cárcel. Se castigará, así, al entorno del deportista, pero no al propio deportista. "El presidente del COI, Jacques Rogge, ha dicho que no es partidario de penas de cárcel para los deportistas, yo tampoco lo soy", apuntó Lissavetzky; "hay que hacer leyes aplicables y, aparte, dos años de suspensión de actividad ya es una sanción muy dura".

- Muestras de sangre. A los deportistas españoles se les podía tomar muestras de sangre para análisis antidopaje sólo en competiciones desarrolladas en el extranjero. Con la nueva ley se incorporará al ordenamiento español la extracción de sangre.

- Control de botiquines. Se regulará la obligación de declarar y la posibilidad de inspeccionar el contenido de los botiquines de los médicos y demás sanitarios de los equipos y se especificará la prohibición de usar en España productos sin reconocimiento comunitario o no registrados en España.

- Fiscal y policía antidopaje.

El fiscal general del Estado, a instancias del Ministerio de Justicia, designará las personas para, desde un criterio de política criminal, dirigir la investigación y la represión del dopaje en el deporte. España, así, tendrá su Guariniello, como el fiscal de Turín que ha abierto importantes investigaciones sobre el dopaje en Italia. A sus órdenes funcionará un grupo policial especializado en la investigación de delitos relacionados con el dopaje.

- Controles por sorpresa. Se buscará la implicación de los clubes y del entorno a la hora de conocer por dónde andan los deportistas, a quienes sólo se solicitará sus direcciones habituales. "No voy a criticar los formularios de las federaciones internacionales, pero entiendo algunos comentarios", subrayó Lissavetzky. "Queremos saber dónde están los deportistas, pero no nos intersa saber lo que hacen por las noches o los teléfonos de terceras personas. Incluso se podrá dar un plazo de algunas horas al deportista para presentarse a un control y no obligarle a hacerlo en el momento".

- Sistema de arbitraje. Algunos deportistas -el futbolista Gurpegi es el más conocido- gozan de una suspensión cautelar de sus sanciones al haber recurrido a los tribunales ordinarios de justicia. La ley Antidopaje no puede privar de tal derecho a nadie, pero si disuadirle y reducir, así, el recurso a la justicia ordinaria, que se utiliza como vía para eludir o aplazar el cumplimiento de sanciones. El medio será la creación de un sistema de arbitraje, dependiente del Comité Español de Disciplina Deportiva, cuyos laudos arbitrales podrán desaconsejar la suspensión cautelar. "Por la experiencia que hemos visto en otros ámbitos, en el tribunal de la Competencia o en el Mercado de Telecomunicaciones, por ejemplo, quienes pierden en el arbitrio no consiguen luego la suspensión cautelar de la sentencia en sus recursos".