"Es una primera aproximación a lo que queremos"

Ángel Salaverría, profesor de la Escuela Politécnica de San Sebastián, se declara europeísta convencido. Y lo hace de palabra y obra. En doce años, ha participado en diez ocasiones en el apartado que el programa Erasmus destina a la movilidad de docentes, algo que no recaba precisamente entusiasmo entre sus colegas. En la UPV, no llegan a 50 los que participan, y en la Universidad de Deusto los números son similares. Alemania y Grecia componen los destinos habituales de Salaverría, una persona que sólo ve ventajas en la semana o dos semanas -las obligaciones docentes impiden una mayor duración de las estancias de los profesores- en las que visita otro país europeo. "Nos permite sembrar el interés entre los alumnos de las universidades que visitamos para que conozcan nuestro centro y nuestro país, y podemos compartir con otros colegas las metodologías de trabajo, además de promover proyectos de investigación conjuntos", detalla.

No resulta extraño, por tanto, que su hija se encuentre en estos momentos de Erasmus en Italia. Tampoco sorprende que alabe esta iniciativa como vehículo para unir más a los europeos. "Este programa hace Europa. Estamos intentando crear una nueva cultura común en Europa, y para ello lo primero es eliminar viejos rencores, antiguos tópicos a través del conocimiento mutuo. Así, los alemanes que vienen aquí ven que ésta no es la España de los 50 y los españoles que vamos allí comprobamos que los alemanes pueden ser igual de chapuceros que nosotros", bromea.

Su creencia en un futuro europeo común le ha empujado a leerse el Tratado de la Constitución que se votará el próximo domingo y a confirmar su voto afirmativo. "Me he leído el Tratado y he comprobado que no va en contra de nuestra Constitución. Me parece una primera aproximación a lo que queremos conseguir y, aunque hay unas cosas que me gustan menos que otras, no tengo ninguna duda: votaré que sí. Además, no hay que olvidar que desde dentro las modificaciones son más sencillas. Si queremos parar un carro que cae por un precipicio, lo que tenemos que hacer no es ponernos delante, porque nos arrollará, sino subirnos en él para tratar de cambiar la dirección", argumenta.