Música, siglo XXI
La música del siglo XXI ya está aquí y hasta empieza a formarse un repertorio propio. El KlangForum de Viena no se fue por las ramas y se tomó al pie de la letra lo de Música de hoy con que se anuncia este ciclo. De 2002 es Invocation II, para flauta y soprano, de Beat Furrer, inspirada en San Juan de la Cruz; de 2003 es Cuaderno di strada, de Salvatore Sciarrino, con textos de Kavafis, Brecht o Rilke, entre otros, escrita para el KlangForum y cantada primorosamente por el barítono Otto Katzameier; de finales de 2004; en fin, es Wall of light red, de Mauricio Sotelo, escrita para saxófono y grupo de cámara y dedicada a Beat Furrer en su 50º cumpleaños. Música de hoy, en efecto, con estilos muy diferentes y una gran sensación de libertad creativa en todas ellas. El KlangForum de Viena, ese grupo que es un monumento de la interpretación de la música contemporánea, las expuso con transparencia, con hondura. Y escuchadas así, sonaron como algo celestial.
KlangForum de Viena
Director: Beat Furrer. Con Markus Weiss (saxofón), Otto Katzameier(barítono), Dorothee Mields(soprano) y Eva Furrer( flauta).Obras de Beat Furrer, Mauricio Sotelo y Salvatore Sciarrino. Ciclo Musicadhoy. Con la colaboración especial de El País. Auditorio Nacional, Sala de Cámara, 4 de febrero.
Presente o ausente, había en todas ellas una complicidad con la voz humana. Evidente en el caso de Sciarrino, con la visión del mundo fragmentada de unos cuadernos sonoros que son mucho más que una metáfora de la vida que pasa. Es la voz el elemento de enlace con la realidad evocada de estos graffiti sonoros: la palabra poética, a través de un diálogo con una música también poética. En Furrer sus invocaciones se derivan directamente de la ópera con un universo sonoro que mira hacia dentro y se refleja con energía hacia fuera. La flauta y la soprano son las conductoras de un juego no por desenfadado menos espiritual. En cuanto a Sotelo, da un respiro a las voces del alma del flamenco y recurre una vez más al saxófono en una de esas conversaciones concertantes que construyen un mundo muy personal, con deseo de fascinación desde la propia materia física. Son músicas todas ellas con intención de gustar, pero sin concesiones a la banalidad. De una hermosura inquietante, cada una en su dirección. Músicas del siglo XXI que dejan en el aire una atmósfera de atracción.
