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Crónica:LA CRÓNICA | NACIONAL
Crónica
Texto informativo con interpretación

El referéndum despreocupado

Soledad Gallego-Díaz

A sólo 13 días de la celebración del referéndum sobre la Constitución europea, el Gobierno y el partido socialista no ocultan su preocupación ante la nula movilización de la opinión pública. "Tenemos casi dos semanas para llegar al electorado, pero creemos que la despreocupación es hoy demasiado grande", confiesa un representante del PSOE. Los socialistas creen que el tema vasco y la comparecencia del lehendakari Juan José Ibarretxe en Madrid han contribuido a distraer la atención sobre el tema europeo y a hacer más incierto el índice de participación. Los especialistas recuerdan que las elecciones al Parlamento Europeo sólo alcanzaron un 43% del voto. "Quizá haya que ir pensando que quedarse cerca de esa cifra no sería ningún fracaso", comenta un dirigente del PSOE.

Ésta es la primera vez, tras el referéndum de la OTAN, hace 19 años, que se consulta algo directamente a los españoles. En aquella ocasión votó un 56%

A la espera de los resultados que ofrezca esta semana una nueva encuesta del CIS, algunos datos previos que maneja el PSOE indican que el voto contrario a la Constitución europea no será muy significativo (la encuesta anterior del CIS rondaba el 6%). El no se nutrirá especialmente del sector nacionalista radical congregado en torno a ERC, cuyos votantes parecen ser los más movilizados. Por el contrario, los de IU parecen mayoritariamente de acuerdo con la Constitución, pese a que su organización también propone el voto en contra. Quizá porque les ofrece mayor confianza la recomendación favorable de los sindicatos, Comisiones Obreras incluida. Dentro del sector nacionalista, las mayores dudas pueden plantearse entre los votantes del PNV, divididos entre los llamamientos del nacionalismo catalán y la decisión de su propio partido de apoyar el texto europeo.

Lo decisivo, sin embargo, a la hora de calibrar la participación del próximo día 20, es la actitud que adopten los votantes habituales de los dos grandes partidos, PSOE y PP.

La dirección socialista se niega a dar crédito a los rumores según los cuales un sector del Partido Popular promueve directamente el voto en contra como muestra de rechazo al presidente del Gobierno. "No nos consta nada parecido", asegura un miembro de la dirección del PSOE. "Sabemos, por el contrario, que Rajoy ha dicho que participará en varios actos para promover el voto favorable". En el PP niegan también que exista ninguna diferencia en el seno de la dirección del partido. "Es el Gobierno el que tiene la mayor responsabilidad de movilizar a los ciudadanos", comentan en la sede popular, "y no hacernos responsables, por anticipado, a nosotros, la oposición". "Ésta es una campaña", asegura un experto del PP, "que nos gusta porque se habla continuamente de España y del interés de España".

Consulta política directa

Algunos especialistas subrayan la imposibilidad de realizar predicciones de participación partiendo de ejemplos anteriores. "Quizá no se ha resaltado suficientemente que este referéndum es algo excepcional, el tercero de la historia de la democracia española, tras el que se convocó para aprobar la Constitución española y el que sirvió para ratificar la presencia de España en la OTAN. Quiere decirse que ésta es la primera vez, en 19 años, que se consulta directamente a los españoles un tema político importante, y eso es algo que tal vez no se pone de manifiesto suficientemente en la campaña publicitaria que se acaba de abrir", señala un especialista electoral.

El último referéndum, el de la OTAN, se celebró, además, en un clima de enorme confrontación política y de una gran tensión, que se transmitió intencionadamente a los ciudadanos para lograr su movilización. Aun así, solo llevó a las urnas al 56% de los electores.

Ahora, lamentan algunos expertos del PSOE, parece que todo llama a la abstención. Las encuestas realizadas anteriormente indican que los ciudadanos se creen que se trata de un puro trámite, que no consideran el referéndum un hecho insólito y que no le conceden el valor político de una consulta directa excepcional. Para colmo, la abrumadora mayoría no cree todavía que la Constitución europea afecte directamente a su vida cotidiana.

Sin embargo, los españoles siguen pensando que los 19 años transcurridos desde la entrada de España en la UE son los mejores de nuestra historia, desde todos los puntos de vista, crecimiento económico incluido. Por eso, cuando se les pregunta si la Constitución europea será buena para España (encuesta de noviembre pasado), el 55% afirma que sí. Incluso aunque uno de cada dos no sepa siquiera qué opina su partido al respecto. La idea de Europa de los españoles, según dicen las encuestas, tiene a veces características especiales: por ejemplo, somos mucho más partidarios de que Rusia entre en la UE (58%) que de que lo haga Turquía (44%).

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