Pla critica que en la nueva Europa muchos se empeñen en poner fronteras donde no las hay
Zapatero ofrece a la Generalitat ampliar juntos las ayudas a los afectados por las heladas
El líder de los socialistas valencianos Joan Ignasi Pla convirtió el acto a favor del sí a la Constitución Europea -que cerró el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en el polideportivo de El Cabanyal-, en un alegato en defensa del valenciano y de la cooperación con otras regiones del entorno. "Muchos se han empeñado en poner fronteras donde no las hay", dijo en alusión a la política aislacionista del Consell. Pla añadió que ni es pecado ni sacrilegio hablar de la eurorregión. Rafael Rubio defendió la necesidad de que Valencia salga del victimismo para ser una urbe europea.
Rubio: "Valencia debe salir de su victimismo para ser la urbe europea que todos queremos"
El presidente del Gobierno hizo referencia en los últimos minutos de su intervención a temas de la agenda valenciana. Zapatero mencionó el decreto de ayudas aprobado por el Consejo de Ministros y destinado a los afectados por las heladas y se comprometió a ampliarlas en colaboración con la Generalitat. Rodríguez Zapatero destacó el esfuerzo de su Gobierno por mejorar los problemas de seguridad de la Comunidad Valenciana, que calificó de "serios", y anunció que a finales de 2005 los valencianos contarán con 1.000 efectivos más, entre agentes de policía y guardias civiles. Desde el público podía oirse: "Acuérdate de Torrevieja".
Zapatero pidió la participación activa de los valencianos en el referéndum del día 20 y recordó el billón de las antiguas pesetas que han venido de la Unión Europea para la mejora de todo tipo de infraestructuras. "Vamos a agradecer a los europeos esas ayudas. Vayamos a votar el 20-F", apostilló.
El líder de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, en una larga intervención en valenciano -"Le he preguntado al presidente si le importaba y me ha dicho que lo haga"- destacó el avance que supone que el valenciano pueda hablarse en las instituciones europeas gracias a la iniciativa del Gobierno de Zapatero y añadió en referencia al referéndum que "no caben las medias tintas porque la ambigüedad o la indefinición pueden ser un fracaso".
Pla relacionó la Constitución Europea con la reforma del Estatut d'Autonomia "porque, en el fondo, ambos representan más derechos, más solidaridad, más democracia y eficacia". También defendió la articulación de un Arco Mediterráneo potente y la cooperación entre regiones del entorno. "Muchos se han empeñado en poner fronteras donde no las hay" , dijo en alusión a la política aislacionista del Consell del PP. "En esta apuesta europea", continuó Pla, "tenemos que cooperar y desarrollar el Arco Mediterráneo y por ello no debe ser un sacrilegio ni un pecado hablar de la eurregión", reivindicó el socialista valenciano.
Pla defendió con ardor la idea de Europa y para ello aludió a la figura de Maria Zambrano por su firme convicción de que Europa era una puerta abierta a la esperanza para millones de personas.
Poco antes, el portavoz socialista en la ciudad de Valencia, Rafael Rubio, se presentaba a los miles de militantes congregados en El Cabanyal como "uno más dispuesto a tirar del carro" del Tratado europeo y pedía el sí a la carta europea en calidad de "valenciano, socialista y cristiano". Rubio, quien tuvo palabras de recuerdo para uno de los valencianos más europeos, el desaparecido escritor y periodista Vicent Ventura, abogó por que Valencia abandone de una vez por todas el victimismo "para ser esa urbe europea que todos queremos".
Fuera del pabellón de El Cabanyal esperaron al presidente del Gobierno pequeños grupos de manifestantes contrarios al Tratado europeo, a la especulación en el barrio y a que el segundo bypass agreda de nuevo el municipio de Paterna. Un portavoz de la coordinadora vecinal de La Cañada intentó entregar a Zapatero un escrito donde piden que el trazado de esta vía no se ejecute como está previsto.
Dentro, miles de militantes, con banderas de la Unión Europea, calentaron el ambiente antes de las intervenciones al ritmo de dos parejas de baile que amenizaron la espera. Al acto acudieron numerosos políticos y cargos públicos socialistas. Así se pudo ver en las primeras filas al ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, a la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín, al portavoz socialista del Senado, Joan Lerma, a la secretaria de Economía del PSOE, Inmaculada Rodríguez, y a la diputada Carmen Alborch, que presentó a los tres oradores como "los jefes". También estaban los dirigentes de la Unió de Llauradors, Joan Brusca, el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, Cristóbal Aguado, o el secretario general de UGT, Rafael Recuenco, entre otros.
El único incidente se registró cuando intervenía Zapatero. Un grupo de jóvenes, contrarios al tratado, estallaron en gritos contra la "Constitución del capital" y fueron desalojados del recinto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.