Garzón

La jauría corre ahora tras Garzón. Galgos o podencos le muerden los calcañares. El famoso juez ha publicado el libro Un mundo sin miedo, y el miedo cae sobre él. El fiscal Fungairiño le ha denunciado por un delito de "revelación de secretos", los editorialistas piden que deje de ser juez. La cuestión es ésta: el PP mantuvo su tesis de que el atentado de Atocha se le antojó de ETA porque se parecía a las matanzas que intentó en la estación de Chamartín, en Baqueira Beret o en la llamada "caravana de la muerte"; y Garzón dice que no intentó nunca tales crímenes. Aparte de que en España no se pueden negar impunemente intentos criminales de ETA, y las jaurías no aceptan ni siquiera la suposición, lo escrito por el experto en terrorismo internacional descalifican las versiones de Aznar y sus portavoces. Y, además, pueden ser utilizadas en defensa de detenidos por aquellos hechos.

"Por eso", dice Garzón, "empezaron mis dudas sobre la actuación del Gobierno de José María Aznar". Lleno de una inexperiencia considerable sobre los asuntos de la vida corriente, este juez se mete en su libro con los periodistas. Concretos, desde luego: Cacho, Lozanitos: "Y otros de igual calaña", escribe el desventurado juez, "de los que nunca se sabrá todo lo necesario para hacerse una idea clara del retorcimiento de los pensamientos, actitudes y fines venales que los guían en todos y cada uno de sus actos". Supongo que si un juez famoso lo dice así tendrá pruebas suficientes para cuando éstos así tratados se querellen por injurias y calumnias.

Para mí, lo mas extraordinario es que Fungairiño, que en sus declaraciones ante los comisionados de la investigación del Congreso dijo no saber nada de nada ni recordar gran cosa, haya recuperado felizmente la memoria y recuerde hechos anteriores como para denunciar al juez Garzón. Claro que él no dice que Garzón mienta, sino que revela secretos judiciales. Pero Garzón es incorregible. Ahora dice que Fungairiño ha cometido un acto demencial, y dice: "A lo mejor nos sorprendemos de quien ha preparado esta denuncia". ¿Quién será? Quien sea: se sorprenderá él; los ciudadanos nos sorprendemos poco de las cosas que se hacen, dicen, estallan, se magnifican; ni de las que se callan, suprimen o desmienten. A veces, el propio juez Garzón ha sorprendido a muchos por sus decisiones.