Carrefour 'españoliza' su cúpula directiva con tres nombramientos

El grupo Carrefour -número dos mundial del comercio minorista, con un volumen de negocio de 81.400 millones de euros y presencia en Europa, Asia y América- ha españolizado su cúpula directiva. El primer ejecutivo es desde ayer José Luis Durán, hasta ahora director financiero del grupo, y a su lado tendrá, entre otros, a Javier del Campo, que se ocupaba de la cadena DIA, y a José María Folache, consejero delegado de Carrefour-España. Durán, de 40 años sustituye a Daniel Bernard, a punto de cumplir los 60 años y que dirigía Carrefour desde 1992.

La reorganización del grupo comporta también la creación de un Consejo Supervisor presidido por el auténtico hombre fuerte de la entidad, el belga Luc Vandevelde, personaje que goza de toda la confianza del máximo accionista -la familia Halley, poseedora del 13% de la sociedad y del 19,2% de los derechos de voto- y rival histórico del defenestrado Bernard. Tras Halley, el Grupo Financiero Alba, controlado por la familia March, posee el 3,3% de Carrefour y sienta a Carlos March y a José Luis Leal en el consejo de administración.

Queda por ver si el cambio en la cúpula del grupo responde sólo a la necesidad de insuflarle mayor agresividad a su política comercial o si comportará una reorientación de mayor envergadura (léase fusión o venta de activos) para reducir el perímetro de Carrefour y recentrarlo geográficamente.

La dimisión forzada de Bernard parece ser fruto del descontento de la familia Halley, que había visto cómo la acción de Carrefour pasaba de valer 95 euros a finales de 1999 y, tras la fusión entre Carrefour y Promodès, a cotizarse a sólo 39 euros en febrero de 2005.

La estrategia a largo plazo elegida por Bernard, que pasaba por una internacionalización financiada con los beneficios que la sociedad conseguía en el mercado francés, tardaba demasiado en dar fruto y la paciencia de los Halley, según explicación avanzada por el diario económico La Tribune, se habría agotado.

Política de precios

Aunque la sociedad había generado en 2004 unos beneficios de 3.470 millones de euros, los hipermercados Carrefour en Francia representan ahora el 13% del total de las ventas frente al 17,8% que suponían en 1999. La política de precios altos sostenida por Bernard ha llevado a muchos clientes a buscar los productos deseados en ofertas concurrentes.

El retorno de Vandevelde había sido anunciado en varias oportunidades. En 1999, tras la fusión citada, Vandevelde se convirtió en el número 2 del grupo tras haber sido director general de Promodès entre 1995 y 1999. Quedar por detrás de Bernard le resultó insoportable y Vandevelde aceptó la presidencia de Marks & Spencer con el compromiso de salvar la sociedad británica de la liquidación.

En dos años, tras despedir a 4.400 personas, vender los almacenes de M&S en Francia, modernizar los locales restantes y rejuvenecer la línea de productos, Vandevelde logró salir de los números rojos y reencontrar el camino de los beneficios. Desde enero de 2003 y hasta mayo de 2004 Vandevelde ya sólo trabajaba a medio tiempo para Marks & Spencer porque el resto del tiempo lo dedicaba a aconsejar a los Halley.

En primavera de 2004 Vandevelde había reingresado en el Consejo de Administración de Carrefour y desde ese instante las especulaciones sobre la salida de Bernard no cesaban.

Daniel Bernard había decidido dedicar 740 millones de euros a los hipermercados franceses para retomar el liderazgo en el país de origen, pero su iniciativa llega tarde y será Durán quien decida si hay que llevarla a cabo.