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El número de bajas psicológicas en la Guardia Civil en Cádiz se duplica en cuatro años y llega al 10%

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) denunció ayer que el número de bajas psicológicas en este cuerpo en la provincia de Cádiz aumentó en 2004 hasta 120 (de una plantilla de 2.000), lo que supone duplicar la cifra registrada hace cuatro años. Esta organización, encargada de defender los derechos laborales de los agentes, atribuye el incremento a la aplicación de un código penal militar, que les lleva a prisión por faltas administrativas, la ausencia de una ley de prevención de riesgos y los bajos sueldos, al ser los "policías peor pagados de Europa". Denuncia también que las bajas reducen el número de efectivos patrullando por las calles, aunque desde la Comandancia de Cádiz se rechaza que esas ausencias repercutan en la eficacia del servicio.

La AUGC ha elaborado estos datos tras conocer una respuesta parlamentaria del Gobierno en la que se detallan las bajas psicológicas anuales padecidas por la Guardia Civil desde el año 2000 hasta el primer trimestre de 2004. Si en 2000, fueron 59; en 2003, ya eran 97. En esa respuesta se cifran en 26 las bajas de los tres primeros meses del pasado año. La asociación, con datos propios, estima que, en total, las bajas han podido llegar a las 120, de los que el 95% forman parte de la escala básica y el 90% está en servicios operativos patrullando en las calles.

Tras constatar estos datos, los responsables de la AUGC pretenden reunirse para buscar respuestas. Entre sus propuestas, está contactar con profesionales sanitarios y psicológicos para ahondar en las causas de estas bajas, fundamentalmente, depresiones, algunas de las cuales pueden acabar en suicidio. También trabajarán por localizar el problema y detectar las unidades más afectadas.

Con todo, la asociación ya baraja como principal causa las condiciones laborales que tienen que soportar los agentes "sometidos a la presión de un código penal militar trasnochado y represor", sin derechos como horas extras, festivos o plus de nocturnidad, bajos sueldos o trabajar sin tener establecida una ley de prevención propia, a pesar de que estén expuestos a riesgos continuos al manejar armas, conducir motos o navegar en embarcaciones por alta mar.

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