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Reportaje:

"Descansáis durante los partidos"

Ranieri carga contra la plantilla del Valencia y le culpa públicamente del mal juego del equipo

Juan Morenilla

Cuestionado por una parte de la directiva y por la afición, que en una encuesta ha calificado su trabajo de "deficiente" o "muy deficiente" en un 74%, el entrenador del Valencia, Claudio Ranieri, abrió ayer la caja de los truenos para culpar públicamente a sus futbolistas del mal juego del equipo y eludir su responsabilidad. O tal vez para buscar una reacción.

Pareció una escena ensayada, al estilo de Luis Aragonés. Los jugadores disputaban un partidillo entre titulares y suplentes en presencia de unos 30 aficionados y de las cámaras y micrófonos de la prensa. Era el escenario perfecto para una arenga. Ranieri detuvo el juego de repente y gritó: "

Descansamos durante el partido, ¿eh? Hemos descansado contra el Athletic. Pues vamos a descansar contra la Real [el próximo sábado]. Así disfruto yo también. Vosotros disfrutáis durante el partido. Sabemos jugar sólo cuando nos joden, cuando la mierda está encima de aquí [señalándose la cabeza], y entonces empezamos a jugar". Ante la sorpresa de los jugadores, el italiano calló durante unos segundos y apuntilló: "Nos gusta el sabor de la mierda, ¿eh?". Luego dio un par de instrucciones y dejó el entrenamiento al segundo técnico, Angelo Antenuzzi. Ranieri apenas volvió a hablar, acabó la sesión y dejó la ciudad deportiva muy serio.

"Ha sido un comentario para abrir los ojos, no una falta de respeto", dijo Cañizares tras la práctica. "El entrenador ya nos ha hecho saber su descontento por cómo estamos trabajando y jugando. Nos lo dice prácticamente a diario. Todo el mundo le señala como el culpable de las desgracias del equipo, pero si necesitamos a un entrenador específico para jugar bien es que no somos tan buenos como nos pensamos", añadió el portero, que afirmó que con los resultados actuales el Valencia "no puede pensar en coger a nadie".

A 14 puntos del Barcelona en la Liga y eliminado de la Liga de Campeones y de la Copa del Rey, el Valencia sólo ha sumado dos puntos de los últimos nueve. Y en los dos últimos encuentros, contra Villarreal y Athletic, luchó contra dos goles en contra. "Empezamos a jugar después de una hora, parece que necesitamos algo fuerte para despertar", se quejó Ranieri.

Sin embargo, en el club el enfado no es con los jugadores, sino con el entrenador, al que se mira con desconfianza por el poco rendimiento que ha conseguido extraer del conjunto. Una plantilla que la temporada pasada ganó la Liga y la UEFA con Rafa Benítez y que se ha reforzado con fichajes por 30 millones de euros. También se le acusa de poca dedicación. Tras perder contra el Villarreal, por ejemplo, dio dos días libres a la plantilla y se marchó a Roma. Ni los resultados ni el juego acompañan. El equipo ha marcado el 58% de sus goles en Mestalla de cabeza, síntoma de que las jugadas están poco masticadas. Y algunas decisiones durante los encuentros enfadan a la grada. Sustituyó en un partido a Aimar "porque el árbitro le tenía manía" y a Fabio Aurelio el pasado domingo "porque sólo puede jugar una hora", cuando jornadas antes le mantuvo 85 minutos tras salir de una lesión.

El estado físico de la plantilla endurece el panorama. "Sufrimos muchas lesiones. El martes hicimos pruebas y dos o tres jugadores no están bien", explicó ayer el preparador físico, Roberto Sassi.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.
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