Cinco cámaras en pruebas controlan el acceso de coches al barrio de las Letras

Tres de los 10 accesos al barrio de las Letras de la capital tienen instaladas desde hace dos semanas cinco cámaras en pruebas, que ensayan el futuro sistema de control de los vehículos que entran en la zona, que está limitada al tráfico rodado de los residentes, el transporte público, los servicios de urgencias y vehículos de carga y descarga. Los lugares elegidos son la calle del Gobernador, la de León semiesquina con Atocha y la de la Cruz en la plaza de Canalejas.

Estas cámaras, instaladas por el Área de Seguridad y Servicios a la Comunidad, controlan las matrículas de los vehículos mediante una lectura automatizada. Es un sistema similar al control que ejercen los radares instalados en las carreteras, en el que el vehículo infractor queda registrado y se transmite la infracción en tiempo real al centro de control de tráfico del Ayuntamiento. Las multas que puede acarrear la entrada sin permiso al barrio de las Letras llegan hasta los 90 euros, aunque, como en otros casos, hay reducciones del 30% por pronto pago.

Base de datos

Para ello, el Consistorio está elaborando una base de datos de los vehículos que están autorizados al paso, que cuenta, de momento, con los titulares de las tarjetas de residentes de los coches de ese barrio. "La intención es afinar la base, de tal forma que se pueda actualizar todos los días, pues siempre hay un residente nuevo o un cambio de vehículo", explicó ayer el director general de Movilidad, Javier Conde, quien subrayó que las cámaras no graban sucesos, ni personas. "Lo único que interesa es la matrícula del vehículo que entra, para saber si tiene derecho a acceder", agregó.

La intención del equipo de gobierno es que el nuevo dispositivo de control esté a punto antes del próximo verano. Pero para ello, va a celebrarse un concurso con el fin de que una empresa se haga cargo de la instalación de las cámaras y del control del acceso al barrio de las Letras.

Conde explicó que este sistema ha sido probado en diferentes modalidades desde el pasado noviembre. El control, que se puso en marcha hace dos semanas, no ha presentado hasta la fecha ningún incidente, "si bien es una zona vigilada especialmente por la Policía Municipal y los agentes de Movilidad", destacó.

Además, agregó, el Ayuntamiento ha colocado "unos aparatos robustos, para que no sufran vandalismo", dada la experiencia que tiene la capital en este sentido. El director general de Movilidad aseguró que, por ejemplo, los semáforos sufren una media de 250 derribos al mes.