Salud obligará a 2.000 médicos a abandonar el sector público si no hacen jornada completa

Cerca de 2.000 médicos y enfermeras que trabajan sólo 2,5 horas al día tendrán que elegir entre ampliar su horario hasta las seis horas diarias o abandonar su plaza en el sistema sanitario público. Salud quiere poner fin a la jornada parcial del personal sanitario a partir de este mismo año. La medida supondrá un incremento de horas dedicadas al sistema público equivalente a la incorporación de 400 nuevos médicos.

El Departamento de Salud estima que unos 900.000 usuarios de la sanidad pública tienen un médico que trabaja sólo dos horas y media al día y no las seis horas diarias que realizan los profesionales que están a jornada completa. El gerente del Instituto Catalán de la Salud (ICS), Raimon Belenes, explicó ayer que los profesionales que trabajan a tiempo parcial -y que, por tanto, no se han querido adaptar a las exigencias de la reforma de la atención primaria, ya concluida- se concentran el área metropolitana de Barcelona y provocan que sus pacientes sufran un agravio comparativo respecto al resto de usuarios.

El Departamento de Salud, que dirige Marina Geli, se ha propuesto poner fin, a partir de este mismo año, a los contratatos de 2,5 horas, una decisión que el Gobierno de CiU había prometido pero que nunca adoptó. Según Belenes, la medida afectará este año a 800 médicos de atención primaria (médicos de familia y pediatras, principalmente), a los que se dará un periodo para integrarse voluntariamente a la jornada completa. "Si no lo aceptan, su plaza quedará extinguida", aseguró Belenes. En una segunda fase, que se prolongará dos o tres años, serán un millar de médicos especialistas los que deberán elegir entre ampliar su horario o dejar el sector público.

El Departamento de Salud calcula que entre el 80% y el 90% de los médicos aceptarán la oferta, lo que supondrá un incremento de horas dedicadas al sistema sanitario público "equivalente a la incorporación de 400 nuevos médicos".

La incorporación de más de 300 médicos de familia al sistema público fue una de las promesas más repetidas por Pasqual Maragall durante la campaña electoral que le llevó a presidir la Generalitat en 2003. Maragall calculaba que con estas incorporaciones bastaría para que los médicos de primaria puedan dedicar 10 minutos a cada paciente en lugar de los cinco actuales. A pesar de la reiteración de la promesa, el ahora presidente nunca precisó qué fórmula utilizaría para aumentar el número de estos profesionales en los centros sanitarios catalanes.Aumentar la dedicación de 2.000 médicos del sector público permitirá, entre otras cosas, avanzar en el objetivo de que los casos de cáncer puedan diagnosticarse en no más de 30 días desde la primera sospecha. Este es, al menos, el compromiso que ayer tomó la consejera Marina Geli en el avance de prioridades de su departamento para 2005. La consejera recordó que durante 2004 ya se llevó a cabo un programa piloto en este sentido en el norte del Maresme y en la Selva. En su opinión, la iniciativa ha resultado exitosa y ha conseguido reducir a un mes la diagnosis de la enfermedad.

Ahora, el plan se trasladará a toda Cataluña, aunque Geli expresó ayer algunos temores: "aunque la idea es fácil, su puesta en práctica es más compleja". La complejidad se debe a que en el engranaje para llevar a cabo un diagnóstico de cáncer participan desde médicos de atención primaria hasta las más diversas especialidades de los hospitales de referencia. Y su coordinación no siempre es fácil.

El aumento de los recursos humanos y la detección precoz del cáncer serán los dos principales frentes del departamento de Salud para este año pero Geli enumeró otras prioridades.

- Reducir el gasto farmacéutico. En la actualidad el 23% del presupuesto del Departamento de Salud se gasta en el capítulo de farmacia, algo que el equipo de Geli pretende rebajar hasta el 19,3%. Para lograrlo, los responsables del departamento recurrirán a una potenciación del uso de medicamentos genéricos (sin marca no pagan patentes) y un mejor seguimiento de la efectividad de las novedades terapéuticas. Cómo reducir la factura farmacéutica es precisamente una de las principales preocupaciones del grupo de expertos que están ultimando sus propuestas para mejorar la financiación de la sanidad. Muchos de ellos apuestan por modificar el actual modelo de copago de los fármacos para que las personas con mayor nivel de renta paguen más que los que tienen menos ingresos.

- Transporte sanitario. Las ambulancias de transporte urgente pasarán a formar parte de un circuito diferenciado del del transporte sanitario no urgente. Este año se hará un nuevo concurso público para reorganizar el sector del transporte sanitario con el objetivo de dar mejor servicio y evitar las demoras en los casos más urgentes.

- Inversión en los hospitales. El Departamento de Salud, a través del Instituto Catalán de la Salud invertirá este año 483 millones en la construcción de nuevas infraestructuras sanitarias. Se empezarán las obras del nuevo edificio del hospital Josep Trueta de Girona, se ampliará el Hospital de Bellvitge y se construirán los nuevos hospitales de Sant Boi, Mollet y el transfronterizo de Puigcerdà. El área de Urgencias del Hospital Vall d'Hebron, sin embargo, deberá esperar al próximo ejercicio presupuestario.

- Ordenar la medicina natural. Con el objetivo regular el sector de las terapias naturales se comenzará un programa piloto en el Hospital de Mataró para aplicar estas terapias en las curas paliativas. Además se comenzará un proceso para acreditar convenientemente a los profesionales que ejercen este tipo de medicina, a los que se requerirá una formación más específica.

- Cambio de prioridades. Las listas de espera quirúrgicas han evolucionado de tal forma que se impone un cambio en las prioridades iniciales. "Actualmente la intervención de amígdalas se incluye en el catálogo de operaciones en tiempo de garantía, algo que no ocurre con los tratamientos contra el dolor de espalda; deberemos cambiar cosas en este punto", dijo Geli.