Luxemburgo: "Si Ronaldo se enfada, pregúntenle a él"

"Pregúntenle a él; no a mí. Le he cambiado porque íbamos 2-1 y había que recomponer la plantilla". Así zanjó el entrenador del Real Madrid, Vanderlei Luxemburgo la situación creada cuando le preguntaron al técnico brasileño por la marcha airada de Ronaldo después de ser sustituido y tras comprobar que se marchaba enfurruñado.

El entrenador madridista, por otro lado, sobre el partido, comentó: "Hemos jugado 90 minutos muy intensos, aunque me quedo con la primera parte". Luxemburgo se mostró muy satisfecho por el resultado que le dio el esquema, en forma de diamante, que planteó en el centro del campo. Así expuso el estratega brasileño sus sensaciones sobre el devenir del encuentro: "La primera parte la hemos resuelto bien agrupados, y eso que sólo la habíamos preparado en 40 minutos de entrenamiento, y con la presencia de Gravesen me sentí conforme".

Puesto a diseccionar el juego táctico del Madrid, Luxemburgo también destacó que su equipo "jugó con las líneas bien juntas, no en tres líneas separadas; y así Beckham tenía más personas cerca". "Lo hemos tenido muy difícil, sobre todo a raíz del gol que nos hicieron", dijo aliviado y sin perder jamás la sonrisa el mediático jugador británico, que no encontró elogios -al menos en castellano- para alabar el golazo final, por toda la escuadra, de Solari. "Es muy distinta de la Premier, pero la Liga española es la mejor y es muy difícil ganar aquí", se aventuró a decir.

"Lo único que he podido hacer ha sido felicitarle", comentó, por su parte, Iker Casillas, en clara alusión a Campano, el autor del único tiro que recibió entre los tres palos.

Igual de alegre se mostró Solari, el autor del gol de la noche: "Es una manera de reivindicarnos", soltó contento el jugador argentino. Acosado por los medios, que le insistían en que quizá no le daban la suficiente cancha, Solari se mostró cauto. "Llevo aquí muchos años", apostilló, "y juego bastante".

Gravesen, el último fichaje madridista, se mostró satisfecho "por jugar como lo he hecho, en una posición en la que sé cómo hacerlo". También se reflejó como un gran conocedor de los principios básicos del marketing: "Estoy encantado de jugar en el Real Madrid", se despidió.

Tantos derroches de alegría no podían ir de igual manera a los distintos bandos. "Nos vamos con amargura, sobre todo tras la expulsión de Iuliano", se sinceró Héctor Cúper, que no pudo sumar la cuarta victoria consecutiva de los baleares en el feudo del Madrid. "Al Madrid le costaba mucho entrar, le obligábamos a hacer centros lejanos y prácticamente no sufríamos, pero la segunda tarjeta a Iuliano... Entonces el esfuerzo era enorme. No solamente teníamos que recuperar, también teníamos que atacar", reiteró.