Moyà renuncia a la Davis
El mallorquín se toma un año sabático para centrarse en los torneos
Logró su objetivo al conseguir agregar una Ensaladera a su palmarés, y ahora asegura que quiere centrarse en su carrera individual durante 2005. En un largo y denso comunicado, Carlos Moyà anunció ayer su intención de no disputar ninguna eliminatoria de la Copa Davis durante esta temporada para poder focalizar todo su esfuerzo en los cuatro torneos del Grand Slam y en clasificarse para el Masters. "Sólo me tomo este año", afirma el jugador, de 29 años. "En 2006, si el capitán o los capitanes lo creen conveniente, podrán volver a contar conmigo".
Tras ser una pieza fundamental en la consecución del segundo título español de la Copa Davis, el pasado mes de diciembre en Sevilla, Moyà se tomó un breve espacio de tiempo para la reflexión y decidió, junto a sus técnicos y a las personas más allegadas, centrarse en su carrera. "Es una decisión difícil, pero durante los dos últimos años he mantenido un compromiso total con el equipo para lograr la Ensaladera", reconoce el jugador. "Eso me ha obligado a mantener unos calendarios de competición muy exigentes tanto física como mentalmente, y no me ha permitido tomarme los descansos necesarios ni realizar una buena pretemporada".
El tenista mallorquín comunicó ya al G-3 su decisión de no disputar ni siquiera la primera eliminatoria que España jugará entre el 3 y el 5 de marzo en Bratislava contra Eslovaquia. "Les agradezco su comprensión y también las palabras de ánimo que tuvieron hacia mí", afirma. Sin embargo, la ausencia del número uno español indiscutible -es el 5º jugador mundial y el siguiente es Tommy Robredo, 13º-, puede resultar crucial en un enfrentamiento que se disputará a domicilio y en una superficie rápida interior. Eslovaquia cuenta con hombres del potencial de Dominik Hrbaty (20º mundial), Karol Beck (43º) y el más veterano Karol Kucera (90º). Una victoria, enfrentaría a España a Holanda o Suiza, en ambos casos fuera, en los cuartos de final.
Moyà, reciente campeón en Chennai (India), no quiere condicionamientos de ningún tipo en su calendario y ha planificado toda su temporada para llegar en las mejores condiciones al Open de Australia, que se iniciará la próxima semana, a Roland Garros, su objetivo prioritario este año, y a Wimbledon y el Open de Estados Unidos. El mallorquín, campeón del torneo parisino y finalista del Masters en 1998 y número uno del mundo en 1999, aspira a sumar otro título grande a su palmarés.
"Creo que es honesto", asegura Juan Bautista Avendaño, uno de los miembros del G-3. "Lo que él no quiere es subirse al carro cuando se hayan salvado las primeras rondas. Y, por otra parte, este año cumplirá los 29 y ya no le queda mucho tiempo para ganar otro torneo grande. Particularmente, entiendo su postura, aunque es evidente que va a perjudicar al equipo español".
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