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Crónica:RALLY BARCELONA-DAKAR
Crónica
Texto informativo con interpretación

El accidentado rescate de las hermanas García

Amaya Iríbar

Las dunas del desierto de Mauritania han acabado con el sueño de las hermanas García. El único equipo femenino de este rally París-Dakar abandonó la carrera después de que su vehículo todoterreno se averiara en mitad del desierto. El rescate resultó una aventura en la que intervinieron la madre de las deportistas, el servicio de emergencias de la Comunidad de Madrid, la embajada de España en Mauritania y la dirección de la carrera.

Julia y Beatriz García descansaban ayer en Zouérat, al norte del país africano, después de que un helicóptero las recogiera del lugar del accidente, en el que no sufrieron ninguna lesión, aseguró Rita Millán, portavoz del equipo. Su última etapa en el rally había empezado a media tarde del miércoles, cuando la tracción de su vehículo falló a unos 100 kilómetros de la línea de meta y las chicas quedaron atrapadas en la arena. El camión de asistencia que las acompañaba y en el que viajaban un mecánico y dos asistentes sufrió la misma suerte. En un primer momento, las madrileñas, que no tienen experiencia en la prueba africana, no quisieron recurrir a la organización de la carrera para que las sacara de las dunas. "Si acudes a la organización significa que abandonas y ellas querían continuar", explicó la portavoz.

Así que intentaron sacar el todoterreno por sus propios medios y cuando pasó el vehículo que cierra la carrera y recoge a todos los pilotos accidentados, se negaron a subir. El sueño de Beatriz, comercial de profesión, que el año pasado siguió la prueba en un camión fuera de carrera y que conducía el vehículo, y de su hermana Julia, azafata del AVE y copiloto, era llegar a Dakar, lo que les convertiría en el primer equipo femenino en completar la prueba.

La noche y una gran tormenta de arena les hicieron entender que sería imposible y decidieron lanzar las balizas -luces similares a las que utilizan los barcos para hacerse ver en altamar-, pero nadie acudió en su ayuda. Ya no eran responsabilidad de la organización, que tuvo un día muy atareado pues la tormenta dejó a muchos participantes tirados. Las españolas pasaron la noche en el desierto, y ayer por la mañana lograron ponerse en contacto con su madre en Madrid a través del teléfono móvil. Ésta decidió llamar al número de emergencias 112.

Las gestiones de los técnicos del servicio acabaron en la embajada de España en Mauritania. "La embajada ha recibido una llamada y nos hemos puesto en contacto con la dirección de la carrera, que ya conocía la situación", explicó ayer el embajador Enrique Ruiz Molero, quien restó importancia al percance y subrayó que fueron los responsables de la prueba quienes mandaron el helicóptero que recogió a las españolas.

El rescate no ha supuesto el fin de la aventura de las hermanas García. Su vehículo sigue enterrado en el desierto y ellas no quieren volver a España sin él.

Julia, a la izquierda, copiloto, y Beatriz, piloto, junto a su coche, antes de la salida del rally.
Julia, a la izquierda, copiloto, y Beatriz, piloto, junto a su coche, antes de la salida del rally.EFE

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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