Servicios interactivos

La televisión digital supone frente a la actual analógica un salto de calidad. Los televisores digitales sintonizan mucho mejor los canales, permiten una imagen más nítida, sin interferencias y, sobre todo, son interactivos: los telespectadores pueden conectarse a Internet, participar en programas, realizar compras electrónicas, incluso descargar a un disco duro una película para verla a la hora que se desee. Muchos de estos servicios ya los ofrece Canal Satélite Digital desde hace años.

Además, el sistema descongestionará el espectro radioeléctrico ya que la tecnología digital utiliza menos ancho de banda. Un canal actual equivale a uno de multifrecuencia (múltiples) de cuatro o cinco programas,

Pero ese salto tiene un coste: renovar todo el parque de 26 millones de televisores. Y es que para recibir la nueva señal se precisa o bien de un decodificador -que se puede adquirir a partir de los 100 euros- o bien de un nuevo televisor digital. También serán precisas adaptaciones en las antenas. En 2002, los operadores cifraban el coste de la implantación de la TDT en 8.500 millones de euros.

Desde su inicio en 2002, la TDT se ha debatido en una gresca a tres bandas: los fabricantes de televisores echaban la culpa a los canales por no ofrecer una programación atractiva para captar telespectadores digitales; las televisiones se quejaban de que su programación digital era inútil sino había receptores a un precio asequible en el mercado; y los dos culpaban al Gobierno por cruzarse de brazos.

Para las concesionarias, la TDT tampoco ha ido muy bien. La televisión de pago Quiero TV quebró por una agresiva política comercial, mientras que Net y Veo, con escasas inversiones, apenas tienen cober tura en el 25% del territorio nacional.

Tanto los fabricantes de equipos, agrupados en Asimelec, como la patronal de las telecomunicaciones (Aetic) recibieron ayer con satisfacción el anuncio del Gobierno, y esperan medidas de apoyo (incluso fiscales) para que el consumidor se anime a cambiar de televisor y de antenas, que el Ejecutivo se ha comprometido a estudiar.

Las televisiones privadas también apoyan la digitalización pero no ven con buenos ojos que vaya acompañada de nuevas concesiones. Antena 3, en un comunicado, mostró su temor de que el Gobierno quiera aprovechar estas modificaciones para conceder nuevos canales analógicos.