El Madrid recurre a Vanderlei Luxemburgo
El brasileño sustituye sorpresivamente a García Remón como técnico y firma por lo que resta de curso y el siguiente
El Madrid actuó rápido. Hace una semana presentó a Arrigo Sacchi como nuevo responsable del fútbol. Sus directivos y técnicos, incluido el propio Sacchi, confirmaron a Mariano García Remón como entrenador. "Tiene toda la confianza del club", dijeron. Pero el Madrid actúa rápido. Tanto que ayer García Remón fue apartado de su cargo. Ya nadie confía en él y su puesto lo ocupará el brasileño Vanderlei Luxemburgo, súbitamente fichado hasta junio de 2006 después de una negociación que, según el club, se fraguó entre el martes y el miércoles. Luxemburgo fue presentado ayer en el estadio Bernabéu y García Remón se despidió en el de Las Rozas.
Todo discurrió con fluidez sorprendente. Algunos de los técnicos que colaboran con García Remón se enteraron del cambiazo gracias a los mensajes al móvil. Mientras el club fichaba a su relevo, ellos estaban fuera de cobertura, de vacaciones, muy tranquilos. Hace una semana los dirigentes les habían dicho que confiaban en ellos.
"Mis factores para el éxito son cuatro: disciplina, unión, trabajo y profesionalidad"
La versión oficial del Madrid reza que la decisión de contratar a Luxemburgo fue iniciativa del vicepresidente, Emilio Butragueño, y del director del fútbol, Sacchi. Ambos lo resolvieron al unísono. El consenso fue inmediato. El martes se reunieron, repasaron una lista y eligieron a Luxemburgo, el preparador más laureado en los torneos brasileños, un técnico de fortuna irregular al frente de la selección de Brasil, entre 1998 y 2000, y autor de varios trabajos sobre psicología aplicada al deporte.
Este hombre de tez curtida se presentó ayer en el Bernabéu con un traje azul oscuro y una corbata púrpura. Lo acompañaron Sacchi y Butragueño. El presidente, Florentino Pérez, no compareció en público. La versión oficial tampoco le atribuye ningún papel relevante en los últimos acontecimientos. En sus declaraciones de la semana pasada dijo que estaba "encantado" con García Remón. El de ayer es el cuarto entrenador que ficha en cuatro años, el quinto de su era, incluido Vicente del Bosque.
Sin exhibir la fama de pedante que le atribuyen en su país, Luxemburgo se manifestó amable y elocuente. "Mis factores para el éxito son cuatro", aseveró; "disciplina, unión, trabajo y profesionalidad". "Trabajo", precisamente, es lo único que prometió. "Yo no prometo títulos", dijo; "prometo trabajo para que los títulos lleguen". Remató la exposición haciendo hincapié en el compromiso: "Lo personal tiene que estar comprometido con el juego. El grupo tiene que estar comprometido. La primera persona del singular no es lo único. El compromiso entre todos es lo más importante. Después, lo táctico y lo técnico".
A juzgar por las palabras de Luxemburgo y a juzgar por las palabras de Sacchi, el problema del Madrid es una mezcla de falta de disciplina, compromiso y ajuste táctico. "Le decía hace un rato a Vanderlei", apuntó Sacchi, "que, si un grupo no trabaja junto, puedes tener los mejores jugadores del mundo, pero difícilmente podrás ganar. Ahora no hay que renovar la plantilla. Estos futbolistas no tienen demasiados años y puede jugar bien. Éste es un equipo con problemas, pero con gente extraordinaria. Lo que hay que ver es por qué las cosas no han salido bien. El Madrid, su presidente y su afición merecen mucho".
En todo momento Sacchi mencionó al "presidente", como si el fichaje de Luxemburgo fuese un tributo a Pérez. La llegada del nuevo entrenador se produce, en todo caso, después de una época inestable en la que han destacado las suplencias de dos brasileños: Roberto Carlos y Ronaldo. El delantero fue sentado en el banquillo por García Remón en el último partido de la Liga, ante el Sevilla (0-1), en el Bernabéu, la semana pasada. Aquella noche, Pérez fue recriminado por los seguidores. Su paciencia con García Remón desapareció con cada grito. Los rumores sobre la mala preparación física de los jugadores, las versiones que le llegaban hasta el palco sobre entrenamientos lánguidos en los que ellos eran soberanos, ganaron credibilidad a la vista del estilo decadente del equipo.
"Todos", aseguró Butragueño, "estábamos de acuerdo en que había que hacer algo. El martes tuvimos una reunión y decidimos que la mejor solución era un cambio de entrenador. Llamamos primero al presidente para comunicárselo y luego a García Remón".
Luxemburgo llegó a Madrid acompañado de un ayudante, Marco Moura, y un preparador físico, Antonio Carlo Melo. Por su parte, Sacchi confesó que no descarta refuerzos en el mercado de invierno. La plantilla, dijo, necesita algún jugador "en el centro del campo".
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