Reggie white, el 'pastor de la defensa', jugador de fútbol americano
Reggie White, uno de los mejores defensores de la historia de la NFL, murió el domingo a causa de un infarto mientras dormía en su residencia de Cornelius, en el Estado de Carolina del Norte.
Con 43 años, y sólo cuatro después de su retirada definitiva de los terrenos de juego, el corazón de un jugador irrepetible dijo basta. Reggie impactó dentro del terreno de juego -como una amenaza constante para los quarterbacks, que nunca pudieron descifrar los velocísimos movimientos de un hombre de 1,98 centímetros y 140 kilogramos de peso- y fuera de él, donde como pastor de la Iglesia siempre se preocupó por ayudar a los menos favorecidos, predicando en las calles a los jóvenes de raza negra a no abandonar la escuela ni dejarse llevar por las drogas.
White jugó en los Philadelphia Eagles entre 1985 y 1992 y en los Packers desde 1993 hasta 1998. En Green Bay se ayudó de la presencia del quarterback Brett Favre, y juntos revitalizaron a la franquicia más emblemática de la NFL. En 1997 logró su primera y única Liga, la Superbowl, y un año más tarde llegó a otra final, que perderían ante los Denver Broncos de John Elway. Su intensidad a la hora de encarar los partidos le valió el sobrenombre del Pastor de la Defensa, y la NFL le eligió tras cumplir la liga 75 años como miembro del mejor equipo de la historia. Además, fue nombrado mejor jugador defensivo en 1987 y 1998 y jugó el partido de las estrellas en 13 ocasiones de manera consecutiva.
Su religiosidad le trajo numerosos problemas, como cuando la cadena de televisión CBS le ofreció un trabajo como comentarista para luego retirar la oferta tras declarar White en uno de sus sermones dominicales que la homosexualidad es el mayor pecado según la Biblia.
Sin embargo, a White poco le importaron las críticas. Tras abandonar los Eagles después de, según él, recibir un mensaje de Dios, la prensa se lanzó contra White por no admitir que la auténtica razón que le llevó a firmar por Green Bay fueron los 17 millones de dólares que le ofrecieron por seis temporadas.
Al final, el recuerdo que quedará de White será su armoniosa facilidad para jugar al fútbol como el mejor los domingos para luego viajar a la Iglesia a dar su sermón.
Como una vez dijo White, "el fútbol americano no es un deporte violento. El fútbol es un deporte agresivo. Violencia es disparar a otra persona en la calle".
