Una caja en el mar de China
Bancaixa y el Bank of China intercambiarán personal y productos
Bancaixa estrenó la semana pasada la primera oficina de representación de una entidad financiera española en Shanghai. El valor de la apuesta cobra cuerpo gracias al acuerdo de cooperación entre Bancaixa y el Bank of China, el primer banco del país.
La inversión española en China en 2003 sumó 24,2 millones de euros y apenas representa el 0,12% del total internacional
La entidad china ofrece a la cúpula de la caja valenciana acceso a sus contactos empresariales y políticos en todo el sureste asiático
La cuarta planta de la impresionante Bank of China Tower, en el distrito financiero de la isla de Pudong, en Shanghai, alberga la oficina de representación de Bancaixa. La oficina no mueve dinero, lo que vende es "información". José Luis Olivas, presidente de la primera caja valenciana y séptima entidad española por volumen de negocio gestionado (55.182 millones de euros en 2003), destaca que esa función de asesoría cobra su auténtica dimensión cuando se cifran las 12.500 sucursales que el Bank of China extiende sobre todo el territorio del país, una red que maneja un envidiable volumen de información en una economía de dimensión continental y que aún parece rodeada por una muralla.
La inversión española en China en 2003 sumó 24,2 millones de euros. Apenas representa el 0,12% del total internacional, pero creció un 256,7% respecto al ejercicio anterior. Bancaixa aspira a canalizar ese crecimiento de la inversión española en el gigante asiático. Desde la de sus clientes, hasta la de sus empresas participadas, como Iberdrola o Metrovacesa.
La competencia china amenaza a varios sectores manufactureros de gran tradición en la Comunidad Valenciana, desde el calzado al juguete, pasando por el textil. Por la misma razón, China constituye una oportunidad para que los empresarios valencianos exporten su experiencia y sus controles de calidad para intentar mantener sus redes logísticas.
La primera entrevista cara a cara entre José Luis Olivas y Xiao Gang, presidente del Bank of China, en Pekín, se tradujo en la próxima convocatoria de un foro empresarial en Madrid y Valencia para abordar las posibilidades de inversión en China.
La confianza entre ambas instituciones, un valor esencial para hacer negocios en China, se escenificó a través de un segundo compromiso de intercambio de personal para introducir a los chinos en las tecnologías bancarias occidentales.
Expertos de Bancaixa ofrecerán a sus colegas chinos sus habilidades en la gestión de tarjetas de crédito, las fórmulas habituales de financiación empresarial y, en general, acceso a un catálogo de productos financieros que la escasa experiencia comercial de la banca china requiere antes de exponerse a la competencia exterior. La caja valenciana, además, carece de dimensión para convertirse en una amenaza para el gigante chino cuando se liberalice el sistema financiero, en principio, a partir de 2006.
La entidad china tiene previsto, en justa reciprocidad, instalar su propia oficina de representación en España en oficinas de Bancaixa. Y en un alarde, su presidente ofreció a la cúpula de la caja valenciana acceso a todos sus contactos "empresariales y políticos", según reiteró Olivas, en todo el sureste asiático. Así, la caja valenciana aspira a asentarse en la costa del mar de China.
Vocación exportadora
La empresa valenciana arrastra vocación exportadora desde que los productores de cítricos abrieron los mercados europeos. Bancaixa también parece heredera de esa vocación. Su red de oficinas propias incluye una sucursal singular con sede en Miami, en el Estado de Florida. Así, la caja valenciana es la única que ofrece oficina propia en Estados Unidos desde 1998.
La experiencia es un éxito. La oficina de Miami es la única cuyo pasivo triplica el volumen del activo, según una alta fuente de Bancaixa. Además, es la estrella del negocio de intermediación internacional de la caja valenciana, ya que representa el 20% de un negocio que movió cerca de 8.000 millones de euros en 2003.
Bancaixa mantiene acuerdos específicos con Banorte (México), Banco Popular (República Dominicana) o Banque du Sud (Túnez) para atender los negocios turísticos de varios clientes españoles. Sólo el capítulo de gestión de nóminas compensa a las partes.
El volumen de las transferencias de trabajadores inmigrantes es clave en el acuerdo con el Banco Solidario de Ecuador; las exportaciones a Rusia están a la base de la colaboración con el KMB Bank; y las pensiones de los jubilados noruegos sustentan la relación con DNBNOR.
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