Cinco siglos de sabiduría

La Universidad de Sevilla cumplirá cinco siglos en 2005. Su historia empezó en la Edad Media. La reconquista cristiana de Sevilla en 1248 trajo consigo muy poco después las primeras instituciones universitarias a la ciudad. El Estudio General fue fundado en 1254 por Alfonso X. Su privilegio general se conserva en el Archivo de la Catedral de Sevilla. El monarca acababa de otorgar privilegios a la Universidad de Salamanca. El soberano sabía cuánto prestigio otorgaba a una ciudad contar con centros de estudio y por ello hizo lo mismo con Sevilla. El Estudio General debió de ser un centro pequeño dedicado a la formación de futuros clérigos.

A finales del siglo XV Sevilla era la mayor ciudad del reino. Era el principal puerto de Castilla. Colonias de genoveses, catalanes y pisanos daban fe de una pujanza comercial que atraía a gentes de todos los rincones de Europa. El Descubrimiento de América propició, pues, un terreno abonado para los negocios con ultramar.

El monopolio del comercio americano vino aparejado con la creación de nuevos organismos y la modernización de otros. La Casa de Contratación y el Consulado de Cargadores a Indias surgieron en esta expansión comercial. La Aduana y la Casa de la Moneda se modernizaron.

Sevilla era, con más de 100.000 habitantes, la primera ciudad de España y una de las seis más pobladas de Europa. América se erigía en un poderoso imán de una ambiciosa marea humana que tenía en Sevilla su refugio temporal. El Renacimiento empapaba de humanismo la ciudad, que vio llegar la imprenta. Este quicio de los siglos XV y XVI encontró en Sevilla un terreno fértil para la fundación de la institución que está en los orígenes de la Universidad: el Colegio de Santa María de Jesús. En 1502 los Reyes Católicos respondieron a una petición formulada cuatro años antes por el concejo de la ciudad y concedieron al Ayuntamiento de Sevilla una real cédula por la cual le daban licencia para un Estudio General con "cátedras en las que se leyese Teología o Cánones o Leyes o Medicina y otras artes liberales".

En 1505 el carmonense maese Rodrigo Fernández de Santaella, arcediano de la Catedral de Sevilla y que había pasado por el Real Colegio de España en Bolonia, obtuvo una bula del papa Julio II para levantar en la ciudad un Colegio-Universidad (el de Santa María de Jesús) que podría impartir enseñanzas de "Artes, Lógica, Filosofía, Teología, Derecho Canónico, Civil y Medicina". La bula de 1505 fue confirmada en 1508 por el mismo pontífice. La Universidad de Sevilla recibía, así, todos los privilegios con los que contaban otras universidades del reino.

Los orígenes de la Universidad moderna se remontan a Carlos III, quien aprobó en 1769 el plan de estudios de Olavide y ordenó establecer la Real Universidad Literaria. Este centro se trasladó en 1771 a la Casa Profesa de la Compañía de Jesús.

Cierto espíritu de modernización flotó por la Universidad de Sevilla desde comienzos del siglo XIX. Así, el claustro adoptó un acuerdo en 1803 en el que solicitaba la creación de una cátedra de Física Experimental. Luego, se introdujo el estudio de las Matemáticas. En 1868 la Escuela de Medicina se convirtió en Facultad Universitaria.

En el siglo XX hay ya un creciente número de facultades de Ciencias Experimentales (Biología, Física, Matemáticas, Química, Bioquímica, Ciencias y Técnicas Estadísticas...) y de centros de enseñanzas técnicas (Arquitectura y ocho titulaciones de Ingeniería). Todas estas circunstancias recalcan el valor de la Universidad de Sevilla para ser en la actualidad un crisol de Humanidades, Ciencias Sociales y Jurídicas, Ciencias Experimentales, Ciencias de la Salud y Técnicas.

La importancia de la dimensión científico-técnica queda puesta de manifiesto a través de centros que dan cauce a la enseñanza superior y la investigación. De esta manera, la Universidad de Sevilla presenta 15 Servicios Generales de Investigación; 3 Institutos del Plan Andaluz de Investigación con sede en la propia Universidad, y 6 Centros y Grandes Instalaciones de Investigación. Estos seis organismos son el Centro Nacional de Aceleradores; el Centro de Investigaciones Científicas Isla de la Cartuja; el Laboratorio de Investigación Biomédica; el Instituto de Microelectrónica de Sevilla; la Estación de Ecología Acuática, y el Centro de Investigación, Tecnología e Innovación de la Universidad de Sevilla (CITIUS), que se ha iniciado en 2004.