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Entrevista:SEMYON BYCHKOV | Director de orquesta

"La música contemporánea ha recuperado la conexión con el público"

Jesús Ruiz Mantilla

Comunicación. Es la palabra clave a potenciar en la música de hoy. Hubo un tiempo en que se rompió y "su ausencia ha sido una tragedia", según Semyon Bychkov, el director de orquesta ruso que actúa este fin de semana al frente de la Orquesta Nacional de España. Pero ya se han restablecido las conexiones entre los creadores y el público, que se cortocircuitaron a mediados del siglo XX con la irrupción de las vanguardias. Unas rupturas que se vivieron en muchos sitios y ambientes, por ejemplo en la ciudad alemana de Darmstadt, por donde merodeaban, entre otros, españoles como Cristóbal Halffter. Para comprobar que éste rara vez desenchufó los cables, Bychkov dirigió ayer, y volverá a hacerlo hoy y mañana, en el Auditorio Nacional de Madrid, Adagio en forma de rondó, su última obra, inspirada en el 11 de septiembre, que se estrenó el pasado verano en Salzburgo por él y la Orquesta Filarmónica de Viena, con gran éxito: "Desgraciadamente, para describir hechos como éstos, las palabras a veces no son tan efectivas como los sonidos que hay en esta pieza", dice Bychkov certificando la poderosa ambición comunicativa de la obra de Halffter.

El compositor español tenía pensado escribir un rondó por aquellas fechas, pero el estruendo de los aviones atravesando como una daga las Torres Gemelas tornó la alegría de esa pieza en un sombrío y negro adagio. De ahí su título, que describe perfectamente esa sensación de gesto helado ante el horror de la violencia inesperada: "Es oscura, compleja, tiene un sentido profundo. Describe lo que sintió en ese momento de shock, de pérdida", comenta este director curtido, residente en París y titular de la WDR Symphony Orchestra Cologne.

Eterno Shostakóvich

Bychkov fuma lentamente, luce unos rizos solemnes, gafas redondas de pasta que se quita y se pone, labios prominentes y una parsimonia algo desconfiada al principio de la conversación que rompe en cuanto se encuentra cómodo. Tiene pinta de ser exigente; lo es, de hecho, según apuntan quienes le han visto en acción y quizá haya sido esa inconformismo con lo cómodo lo que le ha llevado a dirigir algunas de las mejores orquestas del mundo, desde la Filarmónica de Berlín de su amigo Simon Rattle a la Chicago Symphony, así como el haber estado al frente de l'Orchestre de París en 1989; la Dresden Semperoper, y ser principal invitado de la St. Petersburg Philharmonic o el Maggio Musicale. Todo un vitae de lujo para la ONE, que en la nueva etapa con Josep Pons como titular quiere atraer batutas de primera división que hagan llegar consejos como éstos a los músicos: "Sé que la ONE vive una etapa de transición. Todo es relativo en este mundo, pero hay una verdad absoluta en la música: sin esfuerzo, es inútil mejorar".

La de Bychkov ha sido toda una carrera, emprendida desde su huida de la URSS en 1975. De allí salió con la maleta llena de admiración a prueba de bombas por Shostakóvich, de quien interpreta estos días también la Sinfonía Leningrado, la número 7 del compositor. "Es un músico eterno, para todas las épocas. La gente siempre le entendió perfectamente. Habla de la vida con los sonidos que produce y es un héroe, un gran héroe que produce música heroica y capaz de describir todos los espectros del alma, lo triste y lo irónico; prueba que ninguna persecución, como la que él sufrió por el estalinismo, puede matar los espíritus libres".

Le parece curioso que a Shostakóvich, un compositor de este siglo, se le considere clásico. Pero es el mismo caso de Prokófiev, Mahler o Richard Strauss. "Son clásicos a los ojos de la gente, pero yo creo que encarnan una modernidad asombrosa. Cuando Strauss estrenó Electra, su ópera más vanguardista, ¿qué hizo después? El caballero de la rosa. Muchos le acusaron de haber dado un paso atrás. Pero, ¿qué ocurrió? Que con Electra tiró al máximo de las posibilidades tonales. Se había asomado al borde del precipicio pero no llegó a saltar. Otros lo hicieron y arrojaron con ellos buena parte de la música", sostiene Bychkov.

Comulga con los postulados de Alessandro Baricco, el escritor y crítico italiano que sostiene en su ensayo brillante y provocador El alma de Hegel y las vacas de Wisconsin (Siruela) la teoría de la ruptura de la comunicación. "Creo que esa palabra, comunicación, es la más importante a tener en cuenta, y ha sido la tragedia de la música contemporánea. Ahora se ha vuelto a recuperar la conexión con el público", dice. Pero él va más allá en lo que se refiere a la tonalidad, también abordada en su libro por Baricco. "Creo que es para los oídos el equivalente a la gravedad en los cuerpos. No lo puedo probar, pero creo que hay una tendencia que nos atrae hacia un centro tonal".

También es curioso ver cómo los compositores que defendían eso y creaban de espaldas a las rupturas radicales eran sistemáticamente perseguidos por los del círculo de Darmstadt, "víctimas de un auténtico bolchevismo cultural", denuncia el director. Pero él prefiere cerrar heridas y extraer lecciones de sinfonías como la Leningrado, de Shostakóvich. "Hay una historia curiosa con esa sinfonía. Se estrenó en 1942. Para mí representa la ruptura de unos sueños, como los de mis padres, que en esas fechas se enfrentaban a lo mejor de su vida y, al salir del instituto, todo se les truncó con las bombas que empezaron a caer sobre mi país. ¡Menuda bienvenida a la vida!".

Pero hay más cosas que la hacen especial para Bychkov. "Cuando se estrenó, los soviéticos intentaron acallar los bombardeos para que se escuchara por la radio y sonó en toda la zona como una tregua. Años después, un soldado alemán regresó a la ciudad y confesó: 'También la escuchamos en mi batallón y fue muy importante para nosotros, porque padecíamos el mismo hambre, el mismo frío y el mismo miedo que vosotros".

Semyon Bychkov.
Semyon Bychkov.ULY MARTÍN
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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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