La policía atribuye a una venganza el incendio mortal en Empuriabrava
La principal hipótesis con que trabajan los Mossos d'Esquadra sobre el incendio de Empuriabrava (Girona), que el pasado domingo causó la muerte de tres personas y heridas graves a otras tres, apunta a un inicio claramente premeditado ejecutado por una mujer, probablemente desequilibrada, que deseaba vengarse de su antiguo compañero sentimental, según admitieron ayer fuentes policiales.
El pequeño apartamento del edificio de once plantas en el que se inició el fuego había sido la vivienda conyugal de la pareja, aunque quedó vacío tras el encarcelamiento del hombre.
Los Mossos d'Esquadra intentan ahora reunir pistas y testimonios que permitan probar que Guadis Marleve V. B., de 31 años y origen ecuatoriano, volvió al apartamento por unos días y, en un arranque de locura habría decidido prenderle fuego a los enseres de su ex pareja que todavía permanecían en el piso. No existen indicios sólidos que lleven a pensar que el fuego fuera accidental.
La mujer, que se encuentra detenida por un presunto delito de incendio, castigado con penas de entre 10 y 20 años de prisión, se declara inocente, y pasará hoy a disposición judicial.
