El Oporto pone el broche a su mejor año
El conjunto de Víctor Fernández supera al Once Caldas en un encuentro resuelto tras lanzarse 18 penaltis - Diego fue expulsado tras marcar su lanzamiento - Vitor Baia sufrió una taquicardia y una bajada de tensión
En un partido surrealista, en el que fueron necesarios 18 penaltis para elegir un vencedor, en el que Vítor Baia acabó hospitalizado presa de un ataque de taquicardia y en el que, en el colmo de lo irracional, un jugador fue expulsado en la tanda de penaltis por soltarle algún improperio al portero rival tras batirle, el Oporto de Víctor Fernández puso el broche de oro a su año de gracia, en el que a su segundo título de campeón de Europa ha sumado su segunda Copa Intercontinental.
El penalti transformado por Pedro Enmanuel, el que hacía el número 18 de una tanda interminable, dio el triunfo a un Oporto que fue mejor que el Once Caldas, lo que no entrañaba demasiada dificultad dadas las carencias del conjunto colombiano. La falta de puntería del Oporto y la soberbia actuación de Henao, el portero del Once Caldas, impidieron que el marcador se moviera. Se sabía que el campeón de la Libertadores basaba todo su juego en la fortaleza defensiva y ayer hizo honor a esa fama. Contra un muro se estrelló el Oporto, que además vio cómo le anulaban dos goles de McCarthy. Por si fuera poco, el conjunto de Víctor Fernández mandó cuatro disparos a los postes.
OPORTO 0 - ONCE CALDAS 0
Oporto: Vitor Baia (Nuno, m.100); Seitaridis, Jorge Costa, Emanuel, Ricardo Costa; Costinha, Diego, Maniche; Derlei (Carlos Alberto, m. 69), McCarthy y Luis Fabiano (Quaresma, m. 78).
Once Caldas: Henao; Rojas, Roller Cambindo (Caetano, m. 46), Vanegas, Edwin García; Velásquez, Fabbro, Viafara, Soto (Alcázar, m. 99); Diego Arango (Díaz, m.61) y De Nigris.
Árbitro: Jorge Larrionda (Uruguay). Amonestó a Arango (m. 32), Fabbro (m. 60), Jorge Costa (m. 79), Seitaridis (m. 86) y De Nigris (m. 117). Expulsó a Diego por dos amarillas tras la transformación de su penalti.
Unos 70.000 espectadores en el estadio Yokohama de Tokio. El Oporto ganó el título tras vencer (8-7) en la tanda de penaltis.
El dominio del Oporto fue absoluto, guiado por Maniche, nombrado el mejor jugador del encuentro. El Caldas, mientras, apenas era capaz de salir de su guarida. En 90 minutos, Baia no tuvo que emplearse a fondo más que en una ocasión. Ya en la prórroga, el Once Caldas tuvo claro que la única manera de sobrevivir era cerrándose aún más en defensa y esperar a los penaltis.
Llegaron éstos y en la primera tanda de cinco fallaron Maniche y Fabro. Hubo que hacer otros ocho lanzamientos, hasta que Edwin García erró y Enmanuel dio el título al Oporto. De este modo, Víctor Fernández se convierte en el cuarto entrenador español en conseguir el título, tras los logrados por Miguel Muñoz y Del Bosque con el Madrid, en 1960 y 2002, y Luis Aragonés con el Atlético, en 1975. A Víctor Fernández le corresponde el honor de ser el último técnico campeón, dado que esta ha sido la última Intercontinental de la historia. El año que viene se disputará un Mundial de clubes.
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