La prensa alemana carga con fuerza contra Angulo, que pide perdón
Los medios de comunicación alemanes coinciden en poner de vuelta y media el comportamiento del Valencia al final del partido que perdió (0-2) contra el Werder Bremen en la Champions en Mestalla. El sensacionalista Bild Zeitung, con casi cuatro millones de ejemplares de tirada y 12 millones de lectores, se lleva la palma en sus acusaciones y titula en las páginas deportivas: "El tío más asqueroso de la Liga de Campeones", al lado de una foto de Angulo. El centrocampista, instado a ello por el club, pidió ayer, dos días después, perdón "por la imagen dada".
La actitud de los jugadores del Valencia se reflejó en los comentarios de la televisión Premiere, que transmitía el partido para Alemania. Marcel Reif, uno de los comentaristas de más prestigio del país, resumía en directo: "Vaya un cerdito insignificante. Pero, hombre, los del Valencia son una pandilla de guarros". El servicio digital Spiegel Online titulo su crónica con un expresivo: "El Valencia dio una imagen vergonzosa". Y resumió: "Perdió no sólo el partido, sino también los nervios. Una falta brutal, un ataque a escupitajos y puñetazos convirtieron a los españoles en malos perdedores. A [Claudio] Ranieri le amenazan problemas por incitar a la violencia contra el árbitro".
Bild, ayer -los periódicos alemanes informan con un día de retraso por sus horarios de cierre- calificó a los valencianistas de malos perdedores: "Se les fundieron los plomos y se portaron como toros salvajes". Y continuó: "Angulo, el tío más asqueroso de la Liga de Campeones. ¡No queremos verlo nunca más!". Según Bild, tras su expulsión, escupió "como una llama andina" a Borowski. Además, lo tachó de "cobarde" por negarse a conceder entrevistas después del encuentro.
La prensa germana recoge también las declaraciones de Ranieri en las que justificaba la agresión en Roma al árbitro sueco Frisk y sus posteriores disculpas. Algún periódico matizó, eso sí, las críticas. El prestigioso Frankfurter Allgemeine constató que se produjeron "escenas horribles en las que también las provocaciones de los [jugadores] del Bremen no fueron del todo inocentes".
