La policía investiga a bandas francesas y del Este por el crimen de Marbella

Las hipótesis de la policía apuntan hacia grupos organizados franceses o de Europa del Este como posibles autores de la muerte a balazos en Marbella, el pasado sábado, de un niño sevillano de siete años y de un peluquero italiano. La extrema violencia de la acción, en la que se usaron tres fusiles de asalto Kaláshnikov, hace pensar a los investigadores que los asesinos no sólo querían matar a su objetivo, sino hacer una demostración de fuerza.

Los agentes de la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco) de la Costa del Sol siguen buscando testigos en las cercanías del hotel H10 Andalucía Plaza, frente a Puerto Banús, que puedan aportar algún dato. La cooperación internacional también puede ser vital. Según fuentes cercanas al caso, el tiroteo de Marbella no responde a problemas entre grupos radicados en la Costa del Sol, sino en Francia, y podría ser la réplica a alguna acción previa en otro lugar, con la droga de trasfondo.

Sin embargo, algunos datos parecen indicar que los asesinos podrían proceder de países del Este, como Bosnia, Bulgaria o Yugoslavia. El manejo de kaláshnikov, la estatura de los atacantes, cercana al 1,80, y la forma militar y disciplinada de actuar, sin cruzarse entre ellos a la hora de disparar, apuntan en esa dirección.

La Udyco está indagando en los grupos organizados con la infraestructura necesaria para realizar este tipo de acción "nada habitual", según dijo ayer el inspector Alfredo Marijuan en la cadena Ser. Marijuan confirmó que tanto el niño, José Manuel Contreras, como Cosimo Pizzi, habían recibido 16 impactos, éste último por la espalda, al tratar de huir.

Sin descartar ninguna línea de investigación, la policía maneja tres principales. La primera es la relacionada con el empresario francés de origen argelino que se estaba cortando el pelo y que pudo ser el objeto del ataque. A. D. acudió voluntariamente a declarar ante la policía de Marbella y negó cualquier vinculación con los hechos, mientras que su guardaespaldas, Francisco B. J., continúa ingresado en el Hospital Comarcal Costa del Sol, al ser alcanzado por varios disparos.

La segunda apunta hacia un hombre que hablaba en inglés y que entró dos veces en la peluquería en la tarde del suceso pidiendo un corte de pelo. La segunda vez entró un momento y salió minutos antes del ataque, por lo que podría haber informado de quién se encontraba en el interior. Aún no ha sido localizado.

La tercera línea se relaciona con el coche del empresario francés, un BMW X3, que fue alquilado en una compañía de la urbanización Nueva Andalucía, donde fue detenido en junio un narcotraficante francoargelino, Sophian H., que se había fugado de un furgón policial durante un traslado.