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Se edita un ambicioso homenaje estelar al cantautor Javier Krahe

'... Y todo es vanidad' incluye un doble disco y un documental

Diego A. Manrique

La idea, originaria de Pablo Carbonell, consistía en montar un homenaje a Javier Krahe por sorpresa. Pero el proyecto creció tanto -27 corrosivas canciones y otros tantos valientes intérpretes- que la noticia terminó filtrándose al interesado. El resultado es ... Y todo es vanidad, un primoroso paquete de dos discos compactos y un DVD dedicados al cantautor y su música que estos días publica 18 Chulos, bajo el lema canciones de Krahe por gente que es mucho más famosa que él.

Krahe (Madrid, 1944) se enteró de lo que se estaba maquinando el pasado junio: "Tonto del todo no soy; estaban implicados mis músicos, mis amigos, mi mujer. Pero no quise saber nada, por no herir susceptibilidades -'¿cómo es que participa éste pero yo no estoy?'- y por el gustazo de deleitarme como una virgen con las versiones". Los asombros han sido muchos: "Admiro a Morente pero nunca le hubiera imaginado en Abajo el Alzheimer. Lo mismo con Alejandro Sanz haciendo Sábanas de seda, una historia de cuernos".

Javier López de Guereña, escudero habitual de Krahe y principal productor de ... Y todo es vanidad, cuenta que Alejandro Sanz llegó al estudio mal de voz, "en un día antipático, y dijo que no podía sacar aquello adelante. Se fue y le mandé un correo electrónico, a modo de reto". Funcionó: a los pocos días, sumando grabaciones caseras, estaba un Sábanas de seda tan alejandrino como fiel a la esencia. Eso sí, nos hemos quedado sin comprobar cómo sonaría Krahe pasado por el filtro de Extremoduro o Estopa.

López de Guereña se ocupó de repartir el repertorio y construir la mayoría de las adaptaciones: "Serrat se saltó el plan, llegó a última hora con un arreglo maravilloso de su pianista, Ricard Miralles. Albert Plá transformó Mi mano en pena en su particular Je t'aime... moi non plus. Debo dar las gracias a Rosendo, Miguel Ríos, Julián Hernández, Lichis y demás artistas que siempre tocan con determinados músicos y a los que pedía fe, que se dejaran acompañar por mis compañeros y yo".

El productor llama la atención sobre las intervenciones de Morente, El Cigala, Eva Durán, Nono García y demás flamencos: "Siempre pensé que Krahe debería haber nacido más al sur. Muchas de sus canciones encajan armónica y rítmicamente en palos flamencos... Otra cosa son las letras, no hay mucho sarcasmo en el cante. Aunque eso ocurre a lo largo de todo el disco. Cada tema parece obra de cada artista -lo de Gema y Pavel suena a nueva trova de 1975- hasta que el oyente se fija en los versos y se sobresalta: 'Pero ¿qué le ha pasado a este tipo?'. Otro punto son los recitados de Pilar Bardem, Luis Tosar, Iñaki Gabilondo y la esposa de Krahe".

Aunque venga de una independiente, ... Y todo es vanidad puede dar lecciones a empeños similares de multinacionales. Al doble compacto y el DVD se incorpora un sabroso librito con textos o ilustraciones de Sabina, Vicent, Rioyo, Savater, Gran Wyoming, Alpuente, Santiago Segura, Forges, Peridis, Máximo o Faemino. Krahe, pesimista lúcido, confía en que tanto lujo no sea la ruina de 18 Chulos: "Entre otras razones, ya tenía preparado el nuevo disco y ahora deberá esperar un año".

Krahe se contenta con que ... Y todo es vanidad cubra gastos: "He grabado 10 discos y sé cómo funciona esto. Las emisoras están contentas de entrevistarme, sobre todo si voy con alguno de mis socios de 18 Chulos. Ese día me pinchan dos temas y ya no vuelvo a sonar hasta el siguiente lanzamiento". Como dice Sabina en el documental, "éste no será un país serio hasta que Krahe no venda 20 millones de copias, como George Brassens en Francia".

Javier Krahe.
Javier Krahe.MANOLO S. URBANO

La vida trashumante

... Y todo es vanidad contiene un DVD de 85 minutos, Ésta no es la vida privada de Javier Krahe, un road movie que le acompaña por diferentes ciudades o hasta su refugio de Zahara de los Atunes. Dirigido por Ana Murugarren y Joaquín Trincado, es un documental de ritmo vivo que conjuga canciones, evocaciones e infinidad de testimonios. Se suman fragmentos de los salvajes cortos que Krahe rodó en los setenta y material que se creía perdido.

Aparte de las actuaciones en La Mandrágora, se recupera Cuervo ingenuo, humorístico mensaje a Felipe González que alborotó un recital de Sabina para TVE: "Se dio orden a los cámaras para que dejaran de grabar, pero algunos desobedecieron". Lo que pudo quedarse en un incidente chusco cambió la carrera de Krahe: "Me vetaron en televisión, lo que no importa ya que es un medio antipático, pero también entré en una lista negra y desaparecí de las programaciones de muchos ayuntamientos. Tuve que disolver la banda y volver a tocar en locales chiquitos. Todavía no me han perdonado ni los músicos ni mi mujer".

Ésta no es la vida privada de Javier Krahe indaga en el sex appeal de Krahe, impensable en un autor que siempre se describe como víctima de las mujeres. Y retrata su triunfo cotidiano: las embelesadas miradas de complicidad y deleite del público que asiste a sus recitales.

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