Los catalanes gastan 1.400 euros anuales en seguros

Los catalanes gastan una media de 1.400 euros anuales en seguros, el 43% más que la media española, según datos de la Memoria Social de la Unión Catalana de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras, UCEAC-UNESPA. Cataluña es la tercera comunidad en gasto per cápita en seguros, sólo superada por Madrid y Baleares, cuyos habitantes destinan per cápita un total de 1.748,34 euros al año a estos productos financieros. En el caso de Cataluña, del total del gasto en seguros, cada catalán destina a seguros de vida el 67% de esa cantidad, mientras que el automóvil sólo supone el 19%.

Otro dato destacado de este estudio es que los catalanes destinan a los seguros el 13% del total de su renta anual, con una tendencia que se ha mostrado alcista desde el año 1998. Durante 2003 los catalanes invertieron el 63% más que la media española en seguros de vida y alcanzaron la cifra de 671 euros de media por habitante. El estudio destaca que "la tradición histórica de la cultura de la previsión complementaria en Cataluña es muy fuerte y, como consecuencia de eso, esta comunidad también es un importante centro de concentración de empresas aseguradoras y financieras en general". En estos momentos, 71 de las 106 entidades autorizadas del ramo de vida en España operan en Cataluña y, de éstas, 32 tienen su sede social en esta comunidad. Sólo Madrid supera a Cataluña en seguros de vida, con 800 euros por habitante, y en cambio en el furgón de cola figuran Extremadura con 100 euros per cápita y Ceuta y Melilla, muy por debajo de esta última cifra. Cada catalán gastó durante el año 2003 una media de 125,85 euros en pólizas de cobertura sanitaria, mientras que en España la media es de 85 euros. Con estos datos, Cataluña se coloca en tercera posición, por detrás de Baleares y Madrid, que gastan 135,98 y 134,90 euros, respectivamente. En el ramo de seguros de sanidad se sigue la evolución histórica, Cataluña siempre ha estado por encima de la media española y la tendencia resulta todavía más pronunciada durante los dos últimos años, en los que se ha mantenido una distancia de 40 euros per cápita entre la media de gasto de los catalanes y los españoles.