_
_
_
_

Los candidatos del PA 'peinan' el congreso en busca de votos

Carlos Bautista ofrece una lista de integración en la que no figuren los dos candidatos

Los oficialistas y críticos del PA se encastillaron ayer en un empate técnico que sólo pueden deshacer la tercera vía del ex eurodiputado Carlos Bautista y la Juventudes Andalucistas, que suman unos 40 votos. En la segunda jornada del 13 congreso, Antonio Ortega y Julián Álvarez se lanzaron con arrebato a negociar los apoyos codiciados que, al cierre de esta edición, no se habían posado en ninguna de las dos opciones. El día y parte de la noche se consumieron en el debate de las ponencias de estatutos y política, la primera la ganaron los oficialistas por una diferencia de seis votos.

Si se pudiera resumir el congreso en dos pinceladas, una sería la hosquedad y la otra la incertidumbre. La pretendida superioridad que había asegurado la candidatura de Ortega -en los días previos dijeron que contaban con un centenar más de adeptos que sus rivales- se desmoronó de golpe como un edificio dinamitado durante el recuento de los votos de su informe de gestión, que se prolongó hasta la madrugada de ayer (1.30 horas). Pese a que finalmente consiguió una ajustada ventaja de sólo 12 puntos (261 frente 249), el propio afectado se proclamó públicamente perdedor antes de que saliera un resultado oficial por nada menos que por 45 votos, según los datos estimados por su equipo, lo que, como poco, ha lugar a la sospecha de que los oficialistas eran conscientes de que nunca tuvieron el congreso en sus manos.

Antonio Ortega, salvó la cara, pero, en realidad, ni siquiera llegó a obtener la mitad más uno de los delegados, ya que 32 se abstuvieron y, en términos porcentuales, el saldo fue de un 47% de papeletas afirmativas, la marca más baja del informe de gestión de un secretario general saliente de toda las historia del PA.

El recuento de apoyos fue ayer un delirio desde las primeras horas. Una vez más, Álvarez y Ortega aventuraron sus respectivas victorias. El primero dijo que tenía detectado que 16 delegados de su lista decidieron votar que sí al informe de gestión de Ortega por una cuestión de decoro, ya que cualquier persona que ha trabajado durante cuatro años merece cierto reconocimiento. También explicó que la acreditación de 11 nuevos delegados -a mediodía se cerró el plazo con 560 compromisarios- le otorgaba una leve mejora. El candidato oficial, por su parte, adujo que algunos partidarios no llegaron a las urnas porque en ese momento se encontraban ausentes.

Al margen de las exageraciones propias de los congresos, ambos se volcaron en captar los votos de quienes pueden asegurarle la victoria sin necesidad acudir a complicadas teorías: los 18 de Carlos Bautista y los 24 de Juventudes Andalucistas. Bautista, que no había conseguido avales para presentar candidatura, Alternativa Nacionalista, vio su gran oportunidad y reclamó a Ortega y Álvarez "generosidad" para que se retiraran y conformar una lista de "consenso", ya que ni uno ni otro, dijo, están "capacitados" para llevar al PA a buen puerto.

El beneficiado del virtual empate de las opciones que más apoyo tienen en el congreso agregó que hasta el cierre de esta edición ninguno de los dos ha realizados los esfuerzos necesarios para que nos "decantemos" hacia una de las partes: "Hasta última hora, haremos todo lo posible por sentarlos en la misma mesa". Alternativa Nacionalista defiende un código ético para los militantes y dirigentes, la elección mediante primarias del secretario general y la paridad en los cargos orgánicos e institucionales. Las Juventudes Andalucistas guardaron silencio absoluto.

El día de ayer se consumió en el debate en ponencia y plenarios de los estatutos y la declaración política. La de estatutos la ganó la candidatura de Ortega, que se llama Ahora, Sí: Partido Andalucista, por una diferencia de seis votos (227 frente a 221 y 42 abstenciones). La coincidencia más significativa entre las dos corrientes que presentaron sus ponencias es la desaparición de la figura del presidente, que en los últimos ocho años ha ocupado Alejandro Rojas-Marcos.

Ambas apostaban por nuevos órganos: los oficialistas han cambiado el consejo andalucista de gobierno, el máximo órgano entre congresos, por el comité nacional andalucista, que pierde buena parte de sus miembros, y sobre todo, sus atribuciones a favor de la comisión ejecutiva, que redobla competencias (casi todas) y aligera su estructura de 42 miembros a una veintena. La ejecutiva, según este modelo, tendrá el control sobre las estructuras locales y comarcales. Los críticos querían sustituir el consejo andalucista por la comisión permanente del congreso, cuya función principal es el control y fiscalización del comité nacional (la actual ejecutiva).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_