El ídolo gallego de Ibrox Park
Nacho Novo, un pequeño delantero que en Españano pasó del Huesca, es la estrella del Glasgow Rangers, con el que lleva 11 goles en Liga
Nacho Novo, futbolista gallego de 25 años, emigró a Escocia hace tres, tal y como cuenta la leyenda que tantas veces hicieron sus ancestros. Cogió las maletas sin tiempo para el descanso, después de contribuir con sus goles al ascenso, de Tercera a Segunda B, del Huesca. Le han bastado tres campañas en las Highlands para convertirse en titular indiscutible en el Rangers de Glasgow, actual líder escocés. De ganarse la vida en campos de tierra a ser vitoreado en Ibrox Park. Con sus dos tantos de ayer al Hearts (3-2) ya suma 11 en Liga y dos en la UEFA. Es el segundo máximo goleador tras Hartson (Celtic), que lleva 13.
"Empecé jugando en el Racing de Ferrol, donde nací yo, pero no terminaban de darme una oportunidad y decidí irme a cualquier sitio", se sincera Nacho. Futbolista hecho a sí mismo, el mozo que aspiraba a comerse el mundo pasó de respirar el aroma salado del mar del cabo Prioriño y de la playa de Doniños a forjarse un futuro marcando chicharros a la vera de los Pirineos. "Firmé por dos años con el Huesca", recuerda el delantero, que suple su falta de altura (mide 1,75 metros) -su entrenador, Alex McLeish, bromeó que "podría pasar andando con un sombrero puesto por debajo de una cama"- ante los gigantescos centrales que se estilan en las Islas.
Antes de afrontar tales retos, marcó "entre 18 y 20 goles" en su primer año en el conjunto oscense "y entre 28 y 30 en el segundo, el del ascenso a Segunda B". Pese a la alegría, a las palmadas en la espalda por el trabajo bien hecho, el ascenso implicó un encontronazo con la realidad: "La opción que tenía era foguearme en una categoría que me sabía a poco y que me pasara como a otros muchos, que al final no triunfan porque los directivos no se fijan en la cantera; fue entonces cuando Bahía [empresa de intermediarios de fútbolistas] me ofreció la oportunidad de llevarme a Escocia", dice este delantero rápido y pillo.
Sin parlotear inglés desde sus tiempos en la escuela, Nacho fue a probar la aventura escocesa y le ha salido muy bien. Tras jugar en el Raith Rovers de Segunda y ser uno de los máximos anotadores (20 goles) de la categoría, firmó por el Dundee de la Premier escocesa, donde anotó 9 goles en su primera campaña por los 25 de la siguiente. En el campeonato doméstico sólo le superó el depredador del área Henrik Larsson, entonces en el Celtic y ahora en el Barça. Y, por fin, un grande se fijó en él. Bueno, en realidad los dos grandes del campeonato escocés. "Tanto católicos como protestantes se mostraron interesados, pero al final me decanté por el Rangers porque es un club que siempre me ha gustado y cuyas instalaciones son de lo mejor de Europa", matiza Nacho. Antes de concluir la narración de su particular odisea, Nacho arremete contra el sistema: "Lo único que quería era una oportunidad y allí (España) no te la dan", se queja. "El nombre de otros jugadores hace mucho, y la mayoría no te dan el resultado que te tienen que dar. Uno de la cantera igual lo entrega todo, no cobra nada y lo hace mucho mejor. Pero así es el fútbol en España; el Athletic es el único que tiene mérito". Pese a que todavía es un extraño para buena parte de sus compatriotas, Novo es un generador de emociones en Escocia. "Aunque a veces es difícil tratar con la gente del Celtic, que me cantan Novo RIP y el otro día me rompieron las ventanas de casa porque les marqué en el derby (2-0)... pero son cosas que hay que asumir. Es el precio de la fama que no me concedieron en España".
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