El Villarreal impone su juego combinativo al Middlesbrough
Villarreal y Middlesbrough confrontaron ayer sus diferentes estilos y del choque salió ganador el conjunto castellonense, que impuso su fútbol de toque al juego directo y simple del equipo inglés. El Boro lo tuvo claro desde el principio. Se lanzó a aprovechar la velocidad de sus futbolista en pases largos, sin perder el tiempo en las complicaciones que para ellos suponen el tejido del centro del campo. Los medios levantaban la vista y encontraban rápidamente a Zenden o Job en un desmarque, y ahí se acababa su imaginación. Más tarde fue Viduka el destinatario de los pases, con un resultado igual de pobre.
El Villarreal, mermado por las bajas en la delantera, se enganchó a sus armas para desmontar el juego inglés. Es decir, a Riquelme, bien vigilado por los futbolistas del Boro, pero que rompió las cadenas para liberar su juego. Suyos fueron los pases de los dos tantos, ambos en momentos decisivos. El primero antes del descanso tras un primer tiempo igualado, y el segundo a falta de un cuarto hora, con el Villarreal asediado por el empuje de Middlesbrough, lanzado en la segunda parte a un ataque descontrolado. El Boro situó a Viduka y Hasselbaink juntó a Zenden y mandó todas sus naves al ataque. Pudo empatar en más de una ocasión, como un potente tiro de Viduka, pero no acertó. El Villarreal aguantó la embestida, mantuvo el control de la pelota mediante Font, Cazorla y Riquelme, y remató gracias a lateral Javi Venta, que sorprendió en su incorporación al ataque.
VILLARREAL 2 - MIDDLESBROUGH 0
Villarreal: Reina; Venta, Quique Álvarez, Gonzalo Rodríguez, Arruabarrena; Arzo, Josico; Héctor Font, Riquelme (Peña, m. 86), Cazorla; y Guayre (Xisco, m. 86).
Middlesbrough: Schwarzer; McMahon (Reiziger, m. 72), Riggott, Soutghate, Queudrue; Doriva (Viduka, m. 46), Boateng; Nemeth, Zenden, Downing; y Job (Hasselbaink, m. 46).
Goles: 1-0. M. 37. Pase de Riquelme a Guayre, que marca de tiro cruzado. 2-0. M. 75. Javi Venta hace una pared con Riquelme y bate a Schwarzer por el centro.
Árbitro: Jan Wegereef (Holanda). Amonestó a Southgate y Zenden.
Unos 17.000 espectadores en El Madrigal.
Insultos racistas en Roma
Por otra parte, el Lazio-Partizán se vio manchado por los cánticos e insultos racistas de los aficionados romanos hacia los jugadores negros del equipo serbio. El joven atacante camerunés Pierre Boya ha sido la víctima principal del comportamiento de una parte de los seguidores romanos, que emitían sonidos simiescos cada vez que tocaba el balón. A pesar de ello, Boya logró el gol del Partizán en el empate a uno final. La afición del Lazio ya cuenta con antecedentes de comportamiento racista. En julio de 2003, el holandés Hasselbaink, entonces en el Chelsea, había sido atronado con el coro simiesco durante un amistoso.
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