Siempre Baptista
Un gol del brasileño al Zenit encarrila la clasificación del Sevilla
Saltó el Sevilla al blando césped del estadio Petrovski con planta y pose. También tuvo actitud. Pero todo eso se fue diluyendo a medida que pasaban los minutos y acabó por entregarse al ritmo primitivo del Zenit. El equipo de San Petesburgo recuerda a los equipos de los países de la Europa del Este de hace casi por lo menos dos décadas. Un timón alto y elegante en la parte más retrasada del centro del campo y alas rápidos, de los que vuelan sobre zancadas cortas, con el cuello inclinado y la nariz apuntando hacia el suelo. Poco más.
Se consideraba a la defensa como la parte más erosionable de los rusos. En el minuto 9, Martí puso un saque de banda en el área chica, Javi Navarro peinó hacia atrás y Baptista cabeceó a placer, pero contra el poste derecho de la portería de Malafeev. Todo parecía ceñirse a una lógica favorable a los de Nervión. Sales aportaba dinamismo a su ala y los rusos corrían sin demasiado criterio ni tampoco mucho balón. Pero el Sevilla no lo aprovechó. Su presumida jerarquía de juego sobre el Zenit se empequeñecía mientras que a los músculos de los rusos parecían crecerles las fibras de la velocidad. Denisov y Arshavin avisaron de que no le iba a bastar al Sevilla con estar guapo en el campo. Aplicando conceptos básicos se fue haciendo con el partido hasta que, en el minuto 30, Arshavin fue más pillo que Aitor Ocio y cruzó a la red un despeje demasiado blando del central vitoriano. El Sevilla no había sabido hasta entonces darle sofisticación al juego. Su centro del campo no elabora nada que sea superior a un par de pases. Así, adelantar la defensa se vuelve inofensivo e incluso peligroso cuando uno se enfrenta a jugadores tan rápidos. Cada pérdida de pelota amenaza con convertirse en una carrera desesperada hacia la meta propia y los delanteros no reciben casi ninguna pelota en condiciones.
ZENIT 1 - SEVILLA 1
Zenit San Petersburgo: Malafeev; Mare, Shmulikoski, Vjestica, Chirita; Spivak, Radimov Gorshkov, m. 73), Denisov, Bystrov; Kerzhakov (Hartig, m. 77) y Arshavin .
Sevilla: Esteban; Sergio Ramos (Daniel Alves), Javi Navarro, Aitor Ocio, David Castedo; Fernando Sales (Jordi, m. 81), Martí, Renato, Jesuli; Batista y Darío Silva (Carlitos, m. 56).
Goles: 1-0. M. 30. Arshavin se aprovecha de un balón muerto en el área y bate de tiro cruzado a Esteban. 1-1. M. 72. Baptista de cabeza.
Árbitro: Douglas MacDonald (Escocia). Amonestó a Arshavin, Spivak, Ramos, Shmulikoski, Chivita, Carlitos.
Unos 18.000 espectadores en el estadio Petrovski.
Pero el Sevilla sabe que cuenta con Baptista, a veces hasta en exceso. En la primera mitad tan sólo tuvo un amago de ocasión -aparte, claro está de su temprano remate al poste-, en el minuto 24, tras un magnífico control. En la segunda parte, ya con el acompañamiento de Carlitos, volvió a sacarle las castañas del fuego a Caparrós y marcó a placer, de cabeza, solo, a un par de metros del portero.
El gol pareció echarle la galga a los trotadores rusos y los sevillistas recordaron lo que era hacer un triángulo con una pelota. Ya en el descuento, Carlitos corrió como se le recordaba y centró desde la línea al brasileño, que no pudo rematar la jugada y el partido. Daba igual, ya había colocado al Sevilla un peldaño más cerca de la clasificación en esta liguilla. Un tipazo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.