La era del bricolaje informático
FRECUENTEMENTE DESCRITA como un campo de batalla entre software propietario (tipo Oracle o Microsoft) y el movimiento software abierto (tipo Linux), la informática de las empresas está cada vez más determinada por el bricolaje informático. La propiedad del código cuenta menos que las soluciones efectivas. Los usuarios las pueden aplicar.
La evolución marca "la tendencia al alejamiento de los sistemas monolíticos e impenetrables, en favor de sistemas que los usuarios diseñan por cuenta propia", explica Doc Searls, redactor jefe del Linux Journal y uno de los autores del Cluetrain Manifesto, defensor de la tesis "los mercados son conversaciones". Explica este cambio en su propio cuaderno de bitácora.
"No tiene sentido fichar a personas inteligentes si les decimos qué han de hacer; las contratamos para que nos digan qué hay que hacer"
El bricolaje informático toma importancia gracias a que el consumidor está más educado y experimentado y a que el 'software' es más fácil de usar y de modificar
El bricolaje informático (do-it-yourself IT) es obra "de la gente que fabrica sus propios programas". Toma importancia gracias a "la feliz colisión de todas las tendencias: usuarios mejor educados y más experimentados, y software más fácil de usar y de modificar, más transparente, más modular". Corresponde a la evolución cultural de generaciones que tienen cada vez más ganas de hacer las cosas a su modo.
El impacto económico se debe a dos factores: "En primer lugar, el valor agregado se desplaza de manera creciente del vendedor al usuario; en segundo lugar, debería implicar que los usuarios son más capaces de mejorar sus propias tareas a través de programas". Los jóvenes en particular son cada vez más capaces de entender, visualizar y poner en marcha las funciones que necesitan.
El bricolaje informático no hubiera podido tener la importancia que Doc Searls percibe sin el movimiento de fuente abierta (open source). Pone herramientas y materia prima gratis a disposición de todos y ofrece excelentes mecanismos de verificación. La cultura de ambos movimientos es en buena medida similar. Desvían los sistemas monolíticos y se esfuerzan por reducir tanto costes como complejidad. "Ambos se interesan más en el valor de uso que en el valor de venta".
Las diferencias no pueden ser ignoradas. Quienes se dedican al bricolaje son más individualistas. La diferencia más importante es que "los desarrolladores de fuente abierta se preocupan esencialmente por los métodos que hay detrás de los productos que hacen y por las autorizaciones legales que permiten que sigan evolucionando. Los profesionales que practican el bricolaje se preocupan esencialmente por hacer el trabajo encomendado".
Searls resume puntos comunes y diferencias de fondo en la fórmula siguiente: "Al final, el bricolaje es dos cosas: construir lo que uno realmente necesita y que no es disponible (nivel en el que compartir los costes y los resultados tiene sentido), y construir algo que uno no quiere que nadie más tenga (nivel en el cual la fuente abierta es anatema)".
"El arte es mantener el equilibrio", dicea Waye Rosing, jefe de tecnología de Google citado por Searls. Explica: "Usamos Oracle para las finanzas y algunas aplicaciones producidas por terceros. La mayor parte del trabajo real está hecho por programas elaborados en casa".
El éxito del bricolaje por el que aboga Searls depende de los informáticos de talento que quiere representar. Lo ilustra citando una frase atribuida a Steve Jobs: "No tiene sentido contratar a personas inteligentes si les decimos lo que tienen que hacer; contratamos a personas inteligentes para que nos puedan decir lo que hay que hacer".
Nacido en las empresas, la importancia del bricolaje informático (el hecho de producir los programas que uno necesita) no tardará en tener un impacto mucho más amplio. A título de ejemplo, se puede señalar el éxito creciente del navegador Firefox, en el cual los usuarios comunes bajan una plataforma básica y luego agregan los componentes que les convienen y solamente ésos.
Los naturales digitales, las jóvenes generaciones nacidas con una computadora, una consola de juegos y un teléfono celular pegados a la cuna son quienes le darán su alcance real. No tardarán.
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