Ópera infantil
Me invitaron el domingo 14 de noviembre a la ópera infantil Rita o el marido apaleado, en el Teatro Real de Madrid. Antes de acudir a la cita sólo sabía que era una representación programada para niños y, por tanto, supuse que sería entretenida, amena y divertida.
Mi sorpresa fue la siguiente: se representaba una "comedia" en la que la mujer (Rita), casada en primeras nupcias con un maltratador, se casa por segunda vez con un señor al que decide hacer lo mismo que hicieron con ella, o sea, maltratar. Uno de los consejos que se pudieron leer en la pantalla del teatro, dado por Rita al público femenino, decía así: "Jovencitas, cuando tengáis que elegir, pensad que los mejores maridos son los necios". Otro de los consejos que se daban, esta vez puesto en boca de Gasparo (primer marido de Rita), decía así: "Uno puede pegar a su mujer, pero no molerla a palos", y termina este mismo personaje diciendo a Peppe (segundo marido): "Hay que castigar tanto como se ama". Estaba estupefacta, indignada y paralizada. No daba crédito a lo que estaba viendo, oyendo y leyendo, y todo ello dirigido a un público que todavía está por formar.
El señor Fernando Palacios, en el programa, nos dice que "las comedias fueron creadas para tratar los temas de actualidad con humor, para convertir la truculencia en diversión y criticar ciertos comportamientos sin perder la sonrisa... En nuestra comedia Rita... hay insultos, mentiras, fanfarronadas y alguna que otra bofetada de mentirijilla... Rita es una gamberrada con muchísima gracia, donde las señoras engañan y maltratan a sus maridos, y los maridos, a sus señoras...".
Por más que lo intentaba no le veía la gracia por ningún sitio y puedo asegurar que perdí la sonrisa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.