Rijkaard: "La clave fue que no les dejamos inventar"

Abrazos, saludos y los jugadores aplaudiendo desde el círculo central de un Camp Nou radiante. El Barça se consolidó anoche sin discusión en el liderato de la Liga. La amenaza que azuzó el Madrid de situarse a un punto se amplió al final hasta siete. Todo le salió rodado al equipo de Frank Rijkaard: Eto'o cumplió con su tradición de golear al Madrid, Van Bronckhorst culminó una larga jugada colectiva y Ronaldinho, exultante, marcó de penalti y colmó el vacío que le había quedado hace un año, cuando, lesionado, vio impotente el clásico sentado en la banda. La victoria certificó la condición del Camp Nou como feudo inexpugnable: no ha dejado escapar ningún punto esta temporada y sólo ha cedido tres empates desde el clásico del curso pasado.

Rijkaard no se equivocó. El holandés había mostrado una serenidad absoluta antes del partido pese al respeto que había despertado el Madrid tras golear al Albacete. Y fundó su teoría especialmente en algo: en que su equipo, pese a haber perdido partidos, pese a haber caído la semana atrás en el campo del Betis, había mantenido su nivel de juego.

"Ha sido un gran día. Todo el equipo se merece un sobresaliente. Incluso podíamos haber metido más goles pero también teníamos delante a un rival fuerte", exclamó el presidente, Joan Laporta, que lució una corbata que le da suerte: la misma que llevaba el día que ganó las elecciones a la presidencia del club. "Los jugadores han sido fieles al sistema y eso es muy importante. Pero no hay que fiarse. La próxima semana jugamos en Getafe y hay que ser prudentes. Claro que, tal y como jugamos, tengo fundadas esperanzas de lograr éxitos", añadió.

Puyol, el capitán azulgrana, destacó la labor de todo el equipo: "La tarea de los centrales es más fácil cuando los jugadores de delante trabajan. Todo ha salido redondo. Cuando hemos salido del hotel y hemos visto a tanta gente, yo, que he jugado varios clásicos, me he emocionado. Y, al ver el ambiente del estadio, aún nos hemos motivado más". Xavi, coreado en el momento de ser sustituido por Silvinho, agregó: "Hemos ahogado al Madrid. Ésa era la consigna del míster. No les hemos dejado tener la pelota y, cuando la robábamos, la idea era salir a toda velocidad".

"¿Si hemos dado una lección de fútbol al Madrid? No", dijo tajante Rijkaard. "No ha sido tan fácil como dices", le respondió a un periodista. El técnico, satisfecho con el resultado y con la química creada en el Camp Nou, elogió a su equipo, pero le vio un defecto: haber dejado al Madrid pensar demasiado al principio. "Pero hemos reaccionado al marcarles de cerca y en corto. No les hemos dejado inventar y entonces hemos controlado el partido", comentó. El técnico dijo el viernes que este resultado podía insinuar el camino que seguirían los dos equipos y ayer fu prudente: "Éste es un momento feliz para nosotros. El marcador indica un poquito el camino. Tenemos más puntos, pero hay que seguir con nuestro trabajo y ellos tienen que reaccionar. Pero aún es demasiado pronto para que este partido decida algo".

"Teníamos confianza y ha salido perfecto. Hemos empezado bien, pero hay que seguir con los pies en el suelo", concluyó Ronaldinho.